TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El primer frente frío de la temporada ingresó en las últimas horas al territorio hondureño y amenaza con inundar nuevamente el valle de Sula.
Las alarmas se encendieron porque los municipios aledaños al valle de Sula tienen un nuevo riesgo de inundarse por las crecidas de los ríos Ulúa y Chamelecón.
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El Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) advirtió que las precipitaciones se presentarán con mayor intensidad en la franja occidental y el litoral atlántico, aunque las temperaturas descenderán en la mayor parte del territorio.
Las autoridades alertaron que el peligro sigue siendo latente en las ciudades de La Lima, Pimienta, Villanueva, San Manuel, Choloma, El Progreso y todo el valle de Sula.
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En estas ciudades los huracanes Eta y Iota destruyeron los bordos de contención y provocaron inundaciones, por lo que quedaron más vulnerables a un nuevo desastre.
Y es que en el valle de Sula lloverá durante las próximas 48 horas, que dejarán un acumulado de agua entre 100 y 120 milímetros, por lo que las autoridades mantienen bajo estricta vigilancia la zona.
Aunque los expertos consideran que los más de cien milímetros de agua que caerán no son suficientes para una nueva inundación, la amenaza es latente debido a la saturación de agua en el suelo.
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Frente a esto no se descartan nuevas inundaciones y deslizamientos.
Los pobladores y empleados municipales de La Lima continuaron con la limpieza de los estragos causados por los huracanes.
En esta localidad más del 80 por ciento de la infraestructura de viviendas y comercios resultó con daños. Al menos cuatro colonias se perdieron en su totalidad.
Algunos ciudadanos han tomado la determinación de regresar a sus hogares pese a la incertidumbre que existe por la llegada del nuevo frente frío.
El llamado de las autoridades locales y de Copeco es que los pobladores se mantengan en los albergues para evitar poner en riesgo sus vidas.
Las acciones de limpieza se extendieron en el municipio de Villanueva, donde con volquetas y retroexcavadoras recogían los desechos de los huracanes.
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Las autoridades se mantienen vigilante de las crecidas de la quebrada Chasnigua, cuyo paso fue habilitado ayer tras un hundimiento en la calle que conduce hacia San Pedro Sula.
Mientras que en El Progreso, Yoro, las cuadrillas municipales continuaron por el cuarto día consecutivo en la limpieza de 30 barrios y colonias que fueron afectados por los huracanes.
Entre otras acciones, se están reconstruyendo canales de alivio para evitar que el río Ulúa vuelva a inundar sus viviendas.
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En el municipio de Pimienta, uno de los más afectados por el azote de Eta y Iota, la alcaldía puso en marcha un plan de limpieza de calles y avenidas para que los habitantes retornen a sus hogares. También se mantienen vigilantes ante la amenaza de más lluvias.
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