Tegucigalpa, Honduras.-Con el objetivo de salvaguardar los recursos naturales y promover el bienestar de las comunidades locales, las autoridades gubernamentales a través del Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF), ha declarado nuevas áreas protegidas y corredores biológicos.
Entre los sitios sobresalen el Refugio de Vida Silvestre Suyapa Luis Hernán Baca Valladares (Mero). Este refugio, que comprende 5,107 hectáreas, está destinado a la conservación de la biodiversidad, la producción de agua y otros beneficios esenciales para comunidades de los municipios del Distrito Central, San Antonio de Oriente, Santa Lucía y Valle de Ángeles.
El ICF avanza en los procesos legales para la declaratoria del Refugio de Vida Silvestre La Danta, con una extensión de 24,227 hectáreas y está ubicado entre los municipios de Jutiapa en Atlántida) y Olanchito departamento de Yoro.
En el departamento de Gracias a Dios, el ICF, junto con organizaciones aliadas, ha iniciado el proceso para reconocer a Warunta como Reserva Antropológica Indígena.
Esto incluye mecanismos de abordaje y consulta, con lo que se garantiza que las comunidades locales participen activamente en la toma de decisiones, asegurando beneficios tangibles para las generaciones actuales y futuras.
Las autoridades gubernamentales también han realizado el reconocimiento de tres nuevos corredores biológicos, entre los que se encuentran: Corredor Biológico Lempira, que tiene una extensión de 232,588 hectáreas que abarcan 16 municipios de los departamentos de Copán, Ocotepeque y Lempira.
Además, el Corredor Biológico Yojoa, con una extensión de 208,871 hectáreas, que conecta con 11 municipios ubicados en los departamentos de Comayagua, Santa Bárbara y Cortés.
Y el Corredor Biológico Yuscarán-Güinope-Oropolí, con una extensión de 70,101 hectáreas, ubicadas en municipios de El Paraíso.
Estos corredores biológicos facilitan la conectividad de 16 áreas protegidas y evitan la fragmentación de los ecosistemas, con los que se beneficia a más de 500,000 habitantes de las diferentes zonas del país.
En el ámbito marino-costero, las autoridades gubernamentales estarían decretando alrededor de 12 millas náuticas como área de conservación libre de pesca industrial, medida que beneficia directamente a las comunidades locales, indígenas y afrodescendientes en la región del caribe hondureño.
Además, el ICF impulsa la nominación de la región del Lago de Yojoa como Reserva de Biosfera ante el Programa Hombre y Biósfera (MaB) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Esta propuesta comprende 315,692 hectáreas y una población de 398,374 personas, siendo considerada un área de alta relevancia ecológica y socioeconómica.
Con estas acciones no solo protegen los recursos considerados como vitales del país, sino que también, empoderan a las comunidades locales como guardianes activos de su entorno.