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Serna enseña a lencas cómo cuidar el Corredor Guajiquiro-Jilguero

Estos programas crean conciencia en las comunidades sobre su dependencia de los recursos naturales y su rol en la protección de especies emblemáticas como el quetzal y el puma
19.09.2024

LA PAZ, HONDURAS.- El Corredor Biológico Guajiquiro-Jilguero, ubicado en el departamento de La Paz, abarca áreas de bosque nublado y zonas montañosas que son clave para la biodiversidad y la vida de las comunidades locales, incluidas las poblaciones indígenas lencas.

Su biodiversidad incluye mamíferos grandes como el puma, el ocelote y el jaguarundi, así como aves emblemáticas como el quetzal, el jilguero y diversas especies de gorriones. Además, la recolección de productos naturales como la uva silvestre se integra en el sustento económico de las comunidades locales.

Este corredor es un refugio para estas especies y es esencial en la preservación de los ecosistemas que sostienen tanto la vida silvestre como las actividades humanas tradicionales.

Malcolm Stufkens, subsecretario de Ambiente, señala que, más allá de su riqueza biológica, “este corredor se convierte en una herramienta estratégica para la gestión territorial, integrando los bosques y ecosistemas como parte inseparable del entorno”.

Sin embargo, advierte, el desarrollo de estas comunidades está en peligro por la falta de planificación y claridad en la protección de los recursos comunes y vitales, así como la expansión descontrolada de la agricultura y la agricultura migratoria. “Estos problemas se ven agravados por el cambio climático, que altera los patrones de lluvia, afectando tanto la biodiversidad como la producción agrícola”, explica Stufkens.

Acciones. Para mitigar estas amenazas, indica Stufkens, “desde el Gobierno de la Presidenta Xiomara Castro vemos necesario implementar políticas que fortalezcan la planificación territorial y promuevan técnicas agrícolas más sostenibles”.

Informó que se han implementado programas de educación ambiental con el fin de empoderar a las comunidades, haciéndolas conscientes de su dependencia de los recursos naturales y su rol en la protección de especies emblemáticas como el quetzal y el puma.

La Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna) actualmente ejecuta varios proyectos para apoyar a las comunidades en la gestión integral de su territorio, cuencas, y en el fortalecimiento de su productividad y medios de vida a través del Programa Padre Andrés Tamayo y el Programa Cero Deforestación al 2029.

Asimismo, el Fondo de Adaptación para las Comunidades Vulnerables al Clima apoya directamente a las comunidades en el manejo sostenible de los recursos naturales de la cuenca. “Estos esfuerzos buscan fortalecer las capacidades locales para gestionar de manera sostenible sus recursos, garantizando el bienestar de las comunidades y la conservación de su entorno”, detalla Stufkens.

<i>El Corredor Biológico Guajiquiro-Jilguero cuenta con mamíferos grandes y aves emblemáticas.</i>

Alta biodiversidad. Más de 80 personas de las comunidades locales han sido capacitadas y son parte activa en los monitoreos biológicos participativos en el corredor para observar la biodiversidad y la salud de los ecosistemas.

Se establecieron ocho puntos de monitoreo distribuidos en áreas estratégicas, lo que permitió identificar más de cuatro áreas de alta biodiversidad que ahora están mejor protegidas.

Stufkens destaca que este conocimiento no solo ayuda a garantizar la conservación de estos ecosistemas, sino que también abre oportunidades para el desarrollo de proyectos de ecoturismo en la región, atrayendo a turistas interesados en la observación de fauna y flora, generando así ingresos adicionales para las comunidades locales.

Es así como los pueblos lencas han demostrado una valentía admirable en la defensa de sus territorios, y son quienes mejor conocen las razones y la importancia de su conservación. “La participación activa de estas comunidades en la gobernanza local es clave para garantizar que las políticas de conservación no solo sean culturalmente sensibles, sino que también respondan a las necesidades reales del territorio”, concluye.