TEGUCIGALPA, Honduras
La naturaleza que hay en el oriente va a competir con el sol y las playas del norte, igual que con la arqueología del occidente y el turismo religioso del centro de Honduras.
Los departamentos de Olancho y El Paraíso se convierten en Semana Santa en lugares apropiados para disfrutar de algo diferente a lo tradicional, que es sol y arena, durante el período más caluroso del año.
Durante este verano se estima que alrededor de 80 mil personas se van a movilizar al oriente de Honduras, donde se puede disfrutar de atractivos turísticos que ofrecen historia, bosques, comidas típicas y mucho más.
Los visitantes de este sector son parte de los 2.5 millones de turistas que se van a movilizar y que van a dejar una derrama económica de 7,000 millones de lempiras, según las autoridades del Instituto Hondureño de Turismo (IHT).
Para el caso, Danlí, El Paraíso, considerada la “ciudad de las colinas” porque está rodeada de vegetación, especialmente de pinos, cuenta con un agradable clima y está a 92 kilómetros de distancia de Tegucigalpa.
Las personas que visiten este sector también podrán ser testigos de los rastros del pasado colonial entre los que se encuentran la iglesia ubicada en el parque central, que tiene casi 200 años de antigüedad y en su interior posee finos retablos con pinturas de arte barroco.
Danlí es un terreno fértil, propicio para la producción agrícola y ganadera, rubros que se han convertido en el principal sostén de la economía de la comunidad.
En este sector de Honduras se puede disfrutar de deliciosas rosquillas, tustacas, empanadas, tamales, pozol, tamalitos, tortillas y todo lo derivado del maíz.
Pintoresco lugar
Otro de los lugares que es muy visitado en este período de Semana Santa es Yuscarán, uno de los sitios más pintorescos de Honduras por su terreno irregular e imponente vegetación.
Por eso y mucho más, Yuscarán es el escenario perfecto para practicar el turismo ecológico, en esta época de verano.
En este sitio también se disfruta de la naturaleza en sus diferentes expresiones, pues se pueden realizar caminatas, observar aves y mariposas, flora y fauna, paseo y descenso en lo alto de los árboles, senderismo, descanso y relajación.
Con más de 70 casas y edificios de la época colonial y minera, sumado al clima y la topografía irregular, Yuscarán se convierte en esta Semana Santa en uno de los sitios turísticos a visitar.
Allí se encuentra ubicado el museo Casa Fortín, edificio que fue construido con gruesas paredes y amplios salones que nos remontan al pasado colonial.
La Iglesia Católica, con sus altares al estilo barroco y con hermosas obras de arte religioso, se convierte en el recinto sagrado que cautiva a los visitantes.
Con amplia historia y ricas tradiciones, la Iglesia Católica forma parte central del paisaje del municipio de Yuscarán.
Fue reconstruida después de un incendio y hoy se alza majestuosa frente a la plaza central y permanece abierta al turista para su admiración y deleite.
Para los amantes de las caídas de agua se puede disfrutar de la catarata El Barro, localizada cerca de la aldea El Barro, en el municipio de Güinope, y es una impresionante caída de más de 30 metros de altura.
En el cerro El Volcán se puede visitar el rosal El Porvenir, donde se encuentran rosas en todos los colores y variedades posibles a excelentes precios.
Las personas amantes de la exploración pueden visitar las minas y bocaminas, que fueron un emporio minero, pues se cuenta con más de 150 a corta distancia de Yuscarán y se convierten en una experiencia única bajo la tierra. Si lo que desea es refrescarse, Yuscarán tiene hermosos ríos que nacen en la reserva biológica y su mayoría inician como pequeñas quebradas y ríos que se convierten en balnearios naturales.
Aguas termales
El municipio de Oropolí también tiene algo que ofrecer en este verano. Allí se encuentran las aguas termales.
Además de eso, este sector cuenta con un clima muy cálido y bañarse en las aguas medicinales le ayudará a relajarse. El viaje se puede completar al visitar los petroglifos que existen en la zona llamada Las Pintadas, donde se halla arte rupestre y petroglifos. Mientras que en El Paraíso se puede realizar turismo de montaña, lo que se convierte en una aventura natural donde se puede apreciar los arroyos, cascadas y bosques.
Olancho es otra opción
Los atractivos naturales, la gastronomía, la rica cultura, la herencia histórica y la población hacen de Olancho otra alternativa de turismo rural en Honduras.
Las personas que visitan el departamento más grande del país se interesan en conocer todo lo relacionado con el tradicional vino de coyol, toda la historia que hay detrás de su preparación y degustar de una delicia que no se encuentra en ningún otro rincón de Honduras, tal es el caso del famoso “tapado olanchano”.
Desde las profundidades de Cuevas de Talgua, en el Parque Nacional Sierra de Agalta, se descubren las famosas “calaveras brillantes” hasta las alturas del canopy en el parque turístico La Picona. Los visitantes también pueden dar paseos a caballo en los ranchos que se encuentran en el municipio de Manto o darse un refrescante baño en el balneario El Ocotal. El monumento nacional cerro de El Boquerón, considerado como una joya natural, es uno de los sitios donde abunda la flora y fauna.
El río Guayape también es uno de los lugares que es visitado por propios y extraños en este período de verano. A Olancho de puede llegar vía aérea o terrestre. Catacamas cuenta con un pequeño aeródromo, el aeropuerto El Aguacate, y tiene capacidad para que aterricen naves tipo ATR, con una capacidad de 40 a 50 pasajeros.
Actualmente no existen vuelos programados a El Aguacate, pero se puede contratar un vuelo chárter a través de aerolíneas nacionales.
La mejor manera de llegar a Olancho es por vía terrestre. Además de ser un tanto más económico, no hay como el placer de hacer un viaje en carretera por los caminos que con cada curva parecen abrazar el paisaje natural de Honduras.
Al igual que en las otras regiones del país, en el oriente se van a implementar controles de seguridad en las carreteras y en los centros de diversión con la participación de los cuerpos de socorro, Policía y Fuerzas Armadas.