Estoy a bordo de un pequeño bote en el Refugio de Vida Silvestre Cuero y Salado, 35,000 acres cerca de la costa del Caribe en Honduras.
Desde nuestro bote podemos ver la cima áspera de la afamada montaña Pico Bonito asomándose a través de las nubes. Esto es un tesoro callado de manglares y canales que fueron retirados en 1987 para proteger a los manatíes.
Tomaría 20 horas verlo todo.
Elmer, nuestro guía, explica. 'Para ver animales, tienen que estar en el sitio y momento correcto'.
Él espera que podamos ver manatíes y cocodrilos. Los armadillos y osos hormigueros podrían estar escondidos a lo largo de la orilla del río. Todos debemos estar alerta para encontrarlos, depende de nosotros ser buenos detectives.
Nuestras dos horas trajeron sorpresas. Lo que parecen pequeñas ramas de un árbol se convierten en
diminutos murciélagos de nariz larga que toman vuelo cuando nuestro guía los señala con un láser.
Un ave, la Jacana norteña, tiene un cuerpo de color óxido, pico amarillo y pies extendidos caminando sobre las plantas acuáticas. Los buitres turcos volando,
extienden sus gigantescas alas, como marcas punteadas onduladas en el cielo.
Aquí está una lagartija Jesucristo (¡Camina sobre el agua!). Nuestro guía está haciendo sonidos jadeantes, como un mono. Pronto encontramos un par de monos con sus cuatro descendientes sobre un árbol. Nos quedamos viendo uno al otro por largo tiempo.
Es un gran tronco. No. ¡Es un cocodrilo de tres metros! Se sumerge, liderando delante de nosotros. Hacemos nuestra escapada dentro de un canopy de árboles casi tocando nuestras cabezas. Las aves cantan. Los cormoranes vuelan. La brisa nos refresca. Esto es sereno en este pequeño mundo privado cubierto de árboles, manglares y palmas.
Esto fue sublime y el viaje por ferrocarril para llegar hasta aquí era una entrada
en la vida hondureña.
Para esta excursión, tomamos un par de pequeños coches abiertos de metal amarillo, de 1.8 metros de ancho. Su velocidad máxima era quizás de 40 kilómetros por hora. Más parecido a un tranvía que a un tren, hizo click y cayó sobre
dos pistas metálicas delgadas, pasando palmeras, cabañas, caballos atados y ocasionalmente un pollo.
Jadeamos hasta recoger a una madre y su hijo, otra vez a dos adolescentes que saltaron, estacionando sus bicicletas en el 'estribo' de este tren de vía estrecha. Me lancé en el tiempo hasta 1910, cuando este equipo transportaba bananos.
Honduras, situado entre Nicaragua, El Salvador y Belice en Centroamérica tiene 13,679 kilómetros
cuadrados de tierra protegida. Es conocido por el buceo en los arrecifes de coral en Roatán y las ruinas mayas de Copán, ambos accesibles a viajes adicionales desde Pico Bonito Lodge, donde me alojaba.
La vida es buena en Pico Bonito, un eco-lodge en la selva tropical, a 4.8 kilómetros de la ciudad de La Ceiba, en la costa norte.
Un tucán cuello aracari es una de las varias especies de tucanes que anidan en la reserva.
Pico Bonito, tan pristino y biodiverso, es un área declarada por la Unesco como Parque Nacional y Herencia de la Humanidad. Sus 250 mil acres - mucho de estos sin explorar- son un santuario y un paraíso para los amantes de las aves con las 500 especies de aves que concentra. Honduras tiene unas 725 especies. Los Estados Unidos tienen cerca de 900 especies, pero dispersas en un país mucho más grande.
En la base de la imponente montaña, dentro del parque, se sitúa Pico Bonito Lodge. Esta lujosa selva escondida viene con muchas amenidades tales como wi-fi, duchas tibias en baños con azulejos mexicanos, una piscina y teléfonos. Las vías atraen al hospedaje de 161 hectáreas, todo disponible para los visitantes. No se necesita dejar las instalaciones para disfrutar de la naturaleza.
Pero las oportunidades de aventura abundan. Puede andar en kayak, pescar, ir a los rápidos del río Cangrejar dentro del parque o escalar las cascadas.
Los viajes diarios a las Islas de la Bahía para practicar snorkel están disponibles también. Pero ¡vamos a escuchar a los pájaros! Los oriundos como el pájaro de reloj y la codiciada 'Amada Catinga' son rarezas en la mayor parte de América Latina, pero fácilmente se ven aquí. Otras aves migran desde Norteamérica.
Las excursiones se encuentran con facilidad, incluyendo al refugio de vida silvestre. El lodge se toma la botánica y biología muy en serio. Las plantas están diseñadas para atraer aves. Las cámaras puestas para grabar los jaguares que llegan. Un olorcito a 'Obsesión' de Calvin Klein en la cámara mantiene a los grandes gatos merodeando suficiente para tomar una imagen.
En una breve caminata de noche, llegamos a un estanque y una cascada que el lodge ha construido para atraer a la fauna silvestre. Es negro azabache. Oímos solo la cascada y grillos, hasta que una alta repetición resuena. Resulta ser una pequeña rana de árbol. Estas ranas verdes con ojos saltones de color rojo son emblemáticas de Honduras y Centroamérica.
Al siguiente día, nos levantamos temprano para 'pajarear'. La observación de aves es un pasatiempo favorito de millones y es una industria multimillonaria. Nuestro guía 'llama-aves' trae vecinos emplumados.
James Adams, un biólogo residente, señala un papagayo de corona blanca casi de inmediato. Abre sus alas en un alboroto de color. En la terraza del hospedaje espío un tucán, a menudo llamado tucán arcoíris por sus brillantes rojo, amarillo y verde.
'Esta es la capital mundial de los tucanes', dice Adams.
Viendo a través de una mira,
un búho pigmeo gris, sus ojos amarillos mirando atrás, parece prudente pero vulnerable. Después de moverse a través de los helechos
y vides de mañana gloriosa, escalamos
una de las tres torres de observación del lodge para ver la Cordillera Nombre de Dios, el aserrado Pico Bonito está dentro de ella.
Pronto localizamos aves locales que nunca vimos fuera del lugar: un guardabarranco corona azul, el brillante pecho azul y garganta púrpura del codiciado 'Amado Catinga', un oropéndola Montezuma con su brillante cola y un guardabarranco frente turquesa.
'Los amantes de las aves vienen con un ave localizada, pero luego quieren verlo todo', dijo Heberto, otro guía.
El lodge enlista avistamientos sobre una pizarra. Hasta ahora han identificado más de 425 especies. Hay animales enlistados también: ocelotes, jaguares, guatusas, monos y más.
El hospedaje es amigable con las familias, los niños menores de 11 años se quedan gratis por habitación y desayuno. Los miembros del personal cuidan los niños por una cuota. Muchas cabañas tienen dos habitaciones conectadas.
El niño dentro de mí estabas fascinado con la Finca de Mariposas colocadas sobre las flores. La granja de iguanas y el cercano serpentario provee educación ambiental además de estremecimiento y escalofríos.
La comida aquí es excelente. Alguna tiene un sabor latino -baleadas (tortillas con huevos revueltos y frijoles fritos) o lomo marinado con café-. Para muchos platillos se usa fruta de los propios árboles del lodge. La salsa de mango cubre el mousse de chocolate, la espuma de aguacate y el guacamole son la perfección y el helado de guanábana es endulzado con piña colada.
Los platos se toman, mientras los colibríes revolotean al alcance. Cuando saboreo camarones al coco, una peluda guatuza huele alrededor de los gigantes flores antorcha carmesí.
Las vainas de orquídeas de vainilla se aferran a las ramas. Todo esto es una de las más grandes zonas vírgenes conservadas de verdad. Dos días y medio en el lodge parecen un mundo aparte.
Para diciembre, un bien montado spa estará junto a la hermosa piscina.
Bonito, ¿verdad?
