A pesar de que han transcurrido cuatro días de la masacre en la que perdieron la vida doce personas, la zozobra e inseguridad siguen imperando en la colonia 1 de Diciembre de Comayagüela al grado de que hay quienes se atreven a hablar de hasta toques de queda impuestos por parte de los pandilleros.
De acuerdo a información extraoficial, los vecinos temían que antisociales planearan un nuevo ataque a cercanías del centro comunal de este lugar, quienes tienen a las mototaxis paralizadas y a toda la gente atemorizada.
La incertidumbre se extiende hasta la colonia Iberia, donde -conforme a denuncias- los habitantes no han salido de sus casas ni han mandado a sus hijos a la escuela por el miedo de que ocurran más muertes múltiples.
La tarde del 5 de marzo, el ambiente de paz y tanquilidad en la colonia 1 de Diciembre fue opacado por el luto y dolor que provocó un atentado al interior del negocio Club Deportivo Billares Lino número dos, donde llegaron varios sujetos armados con fusiles AK-47 y dispararon contra todas las personas que se encontraban en el local, falleciendo siete personas al instante y otras quedaron gravemente heridas.
Los sobrevivientes al brutal ataque fueron trasladados de urgencias al Hospital Escuela Universitario (HEU), pero expiraron, por lo cual la cifra de muertos ascendió a un total de doce.
Las víctimas mortales fueron identificadas como: Óscar José Lozano Cruz (28), Edy Efraín Alemán Sandoval, José Martínez Portillo (50), Óscar Orlando Corea López (22), Jorge Alberto Cárcamo Matamoros (45) y Jorge Alberto Reyes Martínez, exjugador del Club Deportivo Real Maya y Comayagua.Además, perecieron Darwin Maradiaga Cálix, Carlos Núñez Velásquez (66), cuyo cadáver quedó a unos 50 metros del billar cuando era trasladado en una mototaxi hacia un centro asistencial; Orlin Yuney Flores (22), Kevin Fernando Fúnez (25) y Manuel Adolfo Núñez corrieron la misma suerte en la sala de emergencias del Hospital Escuela Universitario (HEU).
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Evidencia
Unas horas más tarde, efectivos policiales localizaron un vehículo marca Hyundai con placas PDL-8600 con el que se cometió el mortal ataque, encontrándose en su interior el cuerpo sin vida de un presunto sicario que respondía al nombre de Cristian Reyneri García Flores, alias Chicha.