En la medianoche de este sábado, la criminalidad y la corrupción en el gobierno serán consumidas por el fuego. Al menos simbólicamente.
Los hondureños quemarán monigotes del 'año viejo' que representan sicarios y policías, en un amplio reportorio de representaciones de problemas que quisieran hacer desaparecer en el 2012.
Vecinos de la colonia Kennedy, este de la ciudad, elaboraron cuidadosamente la representación de un policía al que prenderán fuego en señal de protesta por el involucramiento de autoridades en el crimen organizado.
Tony Araujo, de 58 años, hará arder la figura de 'sicario' en monigote que puso al pie del llamado 'Arbol de los Pobres', un estructura de varillas de hierro forrado con hojas de roble y faroles de colores que levantó en la zona de Guacerique, (sur).
'Ese es sicario, hay que matarlo para que no siga matando más gente', afirmó Araujo señalado con el índice al muñeco sentado al pie de árbol, sosteniendo un fusil AK-47 en sus brazos.
La policía y los sicarios han sembrado el pánico en los últimos años Honduras, país que fue situado en el primer lugar en tasa de homicidios del mundo por Naciones Unidas, con 82 por cada 100,000 habitantes en el 2010.
Los dueños de un taller de tapicería de El Tizatillo, a 10 km al sur de la capital, sentaron los monigotes de un hombre y a una mujer transportándose en una motocicleta.
'Lo de la moto es por lo de la prohibición' que decretó el gobierno, por la que dos hombres no pueden viajar en un vehículo de dos ruedas porque éste es el sistema utilizado por sicarios, explicó uno de los trabajadores del negocio, Francisco Sandoval, de 45 años.
Más arriba en la misma zona de El Tizatillo los propietarios de otro taller de tapicería Daniel Amaya, de 27 años, y Gustavo Amador, de 23, armaron una tanqueta de madera y lata y le subieron muñecos del presidente Porfirio Lobo y del gerente de la empresa estatal de energía Roberto Martínez.
'Son los que más han jorobado al pueblo', afirmó Daniel, en alusión al incumplimiento de Lobo de resolver los problemas de inseguridad y desempleo y a la subida de tarifas de la electricidad de Martínez durante el año que concluye.
Así por toda la capital hondureña aparecen personajes fabricados con pantalones y camisas viejas, rellenos de hierba, papel periódico y cualquier material que pueda servir para darle la forma de un humano en forma jocosa.
Normalmente se rellenan de cohetes pero la alcaldía de Tegucigalpa prohibió el uso de pólvora durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Aunque muchos se las ingenian y consiguen para hacer explosionar los muñecos, en lugar de sólo prenderles fuego.