Tegucigalpa, Honduras.- Los hospitales, que deben ser los pilares de la salud del hondureño, son hoy campos de batalla donde la falta de recursos, equipos y personal cobra a diario vidas.
No hay camillas, ni medicinas, ni insumos básicos como el algodón, que en cualquier país de la región es un recurso indispensable, pero en Honduras es un lujo debido y los pacientes deben comprarlos.
Y mientras todo ocurre, la ministra de Salud, Carla Paredes, responsable del sistema sanitario, anda en Austria exponiendo los avances de la medicina nuclear en el país, cuando el proyecto del acelerador lineal, realizado por el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS), en el Hospital San Felipe sigue estancado.
El personal del centro asistencial, ubicado en el bulevar Los Próceres, reportó que no pueden estilizar sus equipos debido a que la máquina está bajo el aseguramiento del Ministerio Público (MP).
“Hay que andar buscando dónde estilizar el equipo; la máquina está custodiada por el Ministerio Público debido a que los exdirectores la sobrevaloraron, al igual que las estufas”, expuso el Sindicato de trabajadores del San Felipe.
Al igual, los empleados informaron que el área de refrigeración para las vacunas pediátricas aún no se repara.
En el Hospital Escuela la crisis es similar; los administradores tuvieron que pedirle a otros centros ayuda para que les prestaran algodón, ya que se perdieron 40 cirugías por no tener este insumo tan básico.
Darío Zúniga, presidente de la plataforma de asociaciones gremiales en defensa del Hospital Escuela, cuestionó: “¿Saben realmente las autoridades de la situación del Hospital Escuela? Hay una mala administración; hablan de medicina nuclear, pero no hay ni algodón en el centro asistencial de primera referencia”.
En Choluteca, los pacientes que llegan al Hospital del Sur buscando tratamiento son enviados de vuelta con una receta de acetaminofén en lugar de los fármacos recetados para su salud.
La esposa de un hombre mordido por una serpiente denunció: “No lo atendieron, ni antibiótico le pusieron, solo Alergil para la alergia; eso es todo y lo despacharon, por eso no quiere ir al hospital”.El personal reveló que tienen problemas con los mandos intermedios del centro médico.
Mientras que en Comayagua la máquina de rayos X está fuera de servicio desde hace meses, y la lista de carencias crece, en el Hospital Gabriela Alvarado y el Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula la crisis no tiene fin.
Y lo que más asombra a los sectores sociales es que la Secretaría de Salud tiene dinero, pero presenta una baja ejecución de su presupuesto.
En un análisis con los datos de la Secretaría de Finanzas, EL HERALDO pudo concluir que Salud tiene disponibles 1,571 millones de lempiras, 1,078 millones de la inversión pública y 493 millones de formación bruta de capital.
Blanca Munguía, directora de salud de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), manifestó: “No es posible ni aceptable que tengamos una cantidad elevada de presupuesto no ejecutado y los pacientes se estén yendo sin medicamentos; están comprando insumos para recibir atención y eso es una violación a sus derechos”.
Salud hasta ahora tiene un 36.51% de ejecución de inversión pública.