Tegucigalpa, Honduras.- Su lucha comenzó en 2017, cuando recibió su primer diagnóstico de cáncer de tiroides. Cuatro años después, los médicos descubrieron una masa torácica que también resultó ser cáncer. Sin embargo, el camino no se detuvo ahí. Poco después, recibió una nueva y devastadora noticia, había desarrollado cáncer de mama, lo que la llevó a someterse a una doble mastectomía.
Pero, tres diagnósticos de cáncer no fueron motivo de derrota para Jasmin Ponce. Con 36 años mantiene firme su vocación de servicio, sigue laborando como enfermera en la sala de hombres del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
A pesar de estos duros golpes, mira hacia el futuro. Como madre soltera, encuentra la fuerza en sus dos hijos, de 10 y 7 años, quienes son su principal motor. Su esposo la abandonó, pero eso no la ha desviado de su misión de vivir y servir.
Duro proceso
Actualmente, continúa recibiendo quimioterapias tanto por el cáncer de mama como por el de tiroides. Lejos de ser una barrera, su propia batalla contra la enfermedad la ha inspirado a ayudar a otros pacientes oncológicos que atraviesan dificultades similares.
Jasmin organiza rifas, noches benéficas y vende libros para recaudar fondos. Con el dinero, apoya a aquellos que no tienen los recursos para costear su transporte o alimentación, especialmente a pacientes del Hospital Escuela.
“Aunque quisiera ayudar a todos, mi sueldo no es suficiente”, lamentó. Mantiene un diario de gratitud, donde cada día escribe cinco cosas por las cuales agradecerle a Dios.
“Me siento bien porque sé que Dios nunca me ha abandonado. Hago ejercicio, leo y llevo mi vida lo más normal posible. La depresión mata más que el cáncer”, asegura la enfermera.
A pesar de que los médicos suelen asociar el cáncer a factores genéticos, en el caso de Jasmin no hay antecedentes familiares de la enfermedad.
Por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada 18 de octubre se celebra el día internacional de lucha del cáncer de mama.
Hoy, EL HERALDO plasma un testimonio de coraje y esperanza, aun en medio de la adversidad, es posible seguir luchando y ayudando a los demás.