La Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) habría tendido una trampa al hijo del expresidente Pepe Lobo y los seis policías acusados este miércoles por Estados Unidos, según la acusación de la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
A través de agentes infiltrados y un video, la DEA registró la participación que tuvieron los agentes hondureños junto con Fabio Porfirio Lobo, hijo del exmandatario, en una operación para introducir cocaína al país norteamericano.
La acusación menciona a los uniformados Ludwig Criss Zelaya Romero, Mario Guillermo Mejía Vargas, Juan Manuel Ávila Meza, Carlos José Zavala Velásquez, Víctor Oswaldo López Flores y Jorge Alfredo Cruz Chávez.
Como ejemplo, la Corte del Distrito Sur menciona una operación ilícita del 2014, cuando Lobo habría acordado brindar seguridad y apoyo logístico para transportar a través de Honduras una carga de varias toneladas de cocaína que Lobo creía pertenecía al cartel mexicano de Sinaloa e introduciría a Estados Unidos.
El acuerdo era que, por la asistencia al grupo de narcotraficantes, recibiría un millón de dólares por asegurar el traspaso de la droga.
Como parte del plan, en junio del 2014 Lobo presentó a los seis policías hondureños dos supuestos traficantes mexicanos de droga, quienes realmente eran fuentes confidenciales actuando bajo la dirección de la DEA.
Los investigadores dicen que esta reunión, donde participaron los seis agentes acusados, quedó grabada en un video.
En el material, según la Corte del Distrito Sur de Nueva York, se registra cuando los policías mostraron un mapa de Honduras y los puestos de control, al mismo tiempo que planearon una ruta por donde transitaría la cocaína.
Cada uno de los imputados aceptó trabajar en esta operación por 100,000 dólares, unos 600,000 dólares en total por el grupo, además de otros 200,000 para el pago a subordinados.
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