1. Nelson Mandela
Nelson Rolihlahla Mandela, quien se convirtió en uno de los estadistas más apreciados y un coloso del siglo XX cuando emergió de tres décadas de encarcelamiento para negociar el fin del régimen de la minoría blanca en Sudáfrica, murió el 5 de diciembre.
Tenía 95 años. Nació el 18 de julio de 1918, hijo de un cacique indígena en Transkei.
A pesar de haber estado 27 años prisionero del régimen segregacionista blanco, Mandela emergió de la cárcel con gestos de reconciliación y buena voluntad: almorzó con el fiscal que le dictó sentencia, cantó el himno de los blancos durante su juramentación y viajó cientos de kilómetros para reunirse con la viuda de Hendrik Verwoerd, quien fuera primer ministro al momento de su encarcelamiento.
2. Papa Francisco
La aparición del argentino Jorge Bergoglio en el balcón de la plaza de San Pedro el 13 de marzo constituyó una enorme sorpresa: el arzobispo de Buenos Aires había sido elegido Papa, y para gobernar los destinos de una Iglesia en crisis eligió el nombre de Francisco, el santo de los pobres.
Más cercano a la gente que su predecesor y gran comunicador, Francisco demostró estar listo para encarar los temas difíciles que pontífices pasados prefirieron poner a un lado y rehabilitar la imagen de la Iglesia, desgastada tanto a ojos de los católicos como del resto del mundo por una serie de escándalos.
Desde que asumió, ha instado a la Iglesia a no obsesionarse con minucias reglamentarias y a anteponer la compasión a la condena en temas delicados como el aborto, la homosexualidad y la anticoncepción.
3. Papa emérito
El 28 de febrero, Joseph Ratzinger anunció que renunciaba a ser Papa, un hecho que no ocurría desde hace más de 600 años. Benedicto XVI explicó que ya no tenía fuerzas para dirigir a la Iglesia Católica a causa de su edad, 85 años.
“Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”, indicó el Papa en latín ante el Consistorio del Vaticano.
El cónclave para elegir el nuevo pontífice se celebró del 12 al 13 de marzo.
4. Edward Snowden
Todos están bajo el ojo de Estados Unidos. Edward Snowden, de 30 años, desveló el programa estadounidense de vigilancia mundial de las comunicaciones y desató un debate planetario sobre el respeto de la vida privada.
Acusado de traidor por Estados Unidos, para muchos es un héroe, defensor de las libertades civiles.
La revelación de documentos clasificados ocurrió en junio de 2013 a través de los periódicos The Guardian y The Washington Post. Actualmente, el excontratista vive en Rusia con una visa temporal de un año.
5. Barack Obama
Asumió su segundo período con duros retos.
La crisis económica que llevó al cierre temporal del gobierno, la oposición política a la reforma sanitaria y migratoria, además de los problemas por las denuncias de espionaje y la ley de tenencia de armas.
Con esto, la popularidad del presidente estadounidense ha caído al nivel más bajo de su presidencia, al cosechar una desaprobación del 55%, según una encuesta del diario The Washington Post y la cadena ABC.
Hace un año, ese índice de reprobación era del 48%. Solo el 41% de los encuestados confía más en Obama para manejar los problemas de la nación y un porcentaje igual confía más en los republicanos.
6. Michelle Bachelet
Logró la reelección presidencial no continua en Chile en segunda vuelta.
El programa de Michelle Bachelet ha asumido parte de esas reivindicaciones y promete “educación gratuita y de calidad”, una reforma de la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y un alza del 20 al 25 por ciento en los tributos de las empresas.
Las propuestas de la expresidenta, apoyada por la misma coalición de centroizquierda con la que gobernó de 2006 a 2010 a la que ahora se ha sumado el Partido Comunista, han sido duramente criticadas por el Gobierno del derechista Sebastián Piñera y por la candidata oficialista, la exministra de Trabajo Evelyn Matthei.
7. Mohamed Morsi
Fue presidente de Egipto desde el 30 de junio de 2012 hasta el 3 de julio de 2013, cuando fue derrocado. Considerado como un moderado dentro del movimiento islamista, Morsi tuvo que lidiar durante su corta estancia en el poder con una complicada situación económica y social.
La redacción de una nueva Constitución inspirada en la sharia y la concentración de nuevos poderes en la figura del presidente provocó el estallido de protestas por todo el país, con duros enfrentamientos entre partidarios y detractores.
Finalmente, Morsi fue derrocado y detenido, y está pendiente de ser juzgado.
8. Angela Merkel
La canciller alemana Angela Merkel presentó su “gran coalición” con el SPD.
Su reelección llega tras tres meses de negociaciones -un récord- para poner a punto el nuevo gobierno de la primera economía europea.
El gran consenso de fondo entre los grandes partidos alemanes facilita concesiones socio-laborales como la introducción de un salario mínimo de 8.5 euros/hora a partir de 2015.
Ha sido reelegida por tercera vez canciller de Alemania, cargo que ostenta desde el año 2005. En 2013, el BCE ha contado con el Ejecutivo de Angela Merkel como un aliado decisivo.
9. Dilma Rousseff
A pocos días de terminar 2013, y del inicio de un año electoral, el Gobierno brasileño empieza a adoptar una posición más objetiva para suavizar los principales focos de tensión en la economía.
El Ejecutivo que preside Dilma Rousseff viene dando señales de que pretende responder a la ansiedad del mercado –y a sus opositores en la disputa electoral– sobre la conducción de la economía, por la que ha recibido fuertes críticas en los últimos meses.
Pero las encuestas señalan que iniciará el 2014 en posición de liderazgo para lograr un segundo mandato presidencial en la nación más grande de Sudamérica.
10. Xi Jinping
Xi Jinping es el secretario general del Comité Central del Partido Comunista Chino, presidente de la Comisión Militar Central y, desde el día 14 de marzo de 2013, presidente de la República Popular China.
Xi Jinping se convierte en el séptimo presidente de China.
El nuevo dirigente asume el liderazgo del país en una época que afronta unos enormes retos tanto económicos como políticos y sociales.
Igualmente busca expandir la influencia de Pekín.