TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El ministro de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente, Lucky Medina, señaló este domingo que considera factible la construcción de una granja penal de máxima seguridad en Islas del Cisne cumpliendo con los debidos requisitos ambientales.
El funcionario de gobierno sostuvo que es posible llevar a cabo el proyecto sin talar un tan solo árbol, remarcando que existe mucho espacio en la localidad para construir la cárcel.
“Según las valoraciones y las pláticas que hemos sostenido desde el mes de octubre con la Secretaría de Defensa, existen suficientes áreas para construir la granja penal sin cortar un árbol en la zona”, expresó Medina en una entrevista con Radio América.
Asimismo, el ministro señaló que de acuerdo con estudios realizados desde 2007 por parte de diferentes instituciones especializadas en el cuidado ambiental ya existen zonas delimitadas para uso militar y para conservación de las diferentes especias que ahí habitan.
“Ya se habían delimitado 37 hectáreas para el uso militar y una zona recreativa, por tanto son suficientes elementos de que hay factibilidad para la construcción de la cárcel en las Islas del Cisne, para que así los cabecillas del crimen organizado sean alejados de la población hondureña”, indicó.
A criterio de Lucky Medina, las medidas de mitigación para la construcción de la granja penal en Islas del Cisne funcionaran, por lo que consideró que este proyecto no tendrá un impacto ambiental severo.
Polémica por construcción de cárcel
Ante las pretensiones del gobierno de Xiomara Castro en construir una cárcel de máxima seguridad en Islas del Cisne, biólogos y forestales han manifestado su rechazo hacia esta iniciativa.
En diálogo con EL HERALDO Plus, el ingeniero Anuar Romero, quien ha realizado estudios en las islas del Caribe y conoce bien las actividades marinas en las Islas del Cisne, informó que la riqueza natural se presta para actividades de buceo, también para un laboratorio científico y para construir una estación climática. Es decir, la isla tiene biodiversidad que sirve para la ciencia.
Si la cárcel se construye de forma no sustentable toda esta biodiversidad podría desaparecer, advirtió.
Su preocupación la comparten muchos sectores, sobre todo personas o grupos que protegen el ambiente.
El Colegio de Biólogos de Honduras (CBH) se sumó al rechazo y mostró su preocupación ante la construcción de la cárcel, pues “este archipiélago alberga ecosistemas marinos y costeros con características biológicas y ecológicas muy especiales”.
En un amplio comunicado, señalaron que estas especies se han regenerado lentamente “debido a la reducida intervención humana desde que Honduras recuperó la soberanía en 1972”.
La institución consideró que existen otros lugares en tierra firme que ofrecen un mejor acceso logístico para albergar a los privados de libertad de manera aislada, justificando que “un centro penal es incompatible con los ecosistemas, las especies, la belleza escénica y las condiciones climáticas del archipiélago”.
Al rechazo de estos sectores también se ha sumado el de políticos, organizaciones de sociedad civil y defensores de derechos humanos, quienes cuestionan el costo financiero y ambiental que podría tener la construcción de una cárcel en tan remota localidad.
La isla e impactos ambientales
1. Contaminación ambiental proveniente, principalmente, de las aguas residuales.
2. Acumulación de basura marina en el medio ambiente marino y costero.
3. Consumo y contaminación de recursos hídricos (tomando en consideración que las fuentes de agua en el archipiélago son muy reducidas).
4. La introducción de especies no nativas.
5. Incompatibilidad con otros usos que se le puedan dar a la zona.
6. Transporte de material de construcción desde tierra firme y acumulación de sobrantes de material de construcción en las islas.
7. Modificación del uso del suelo.
8. Altos costos de mantenimiento.
9. Destrucción de los hábitats.