TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En ausencia de la figura del Comprador Público Certificado (CPC) y en medio de supuestas sobrevaloraciones, secretarías e instituciones del Estado y hasta alcaldías erogaron en tiempo récord compras directas y contrataciones amarradas por más de 36 mil millones de lempiras.
EL HERALDO conoció a través de una solicitud de información a la Secretaría de Transparencia y Lucha contra la Corrupción de Honduras, pero respondida desde la Oficina Normativa de Contratación y Adquisiciones del Estado (ONCAE), que durante 58 días -del 3 de noviembre al 31 de diciembre de 2023- que las compras fueron directas sin regulaciones del CPC, se materializaron más de 10,000 procesos de compras y contrataciones.
Esta determinación permitió que instituciones, alcaldías y secretarías compren directamente sin necesidad de registros de contratos, (sin) informar a los órganos responsables de la contratación, (y sin) resolver sobre la declaración de dicha prohibición cuando se hubiere instruido un expediente a tal efecto.
Compras
Documentos solicitados por este rotativo y respondidos por la ONCAE aseveraron que en 10,264 procesos de compra y contrataciones se erogaron 12,732,879,027.19 lempiras.
De este total, la Secretaría de Infraestructura y Transporte erogó 4,214,069,274.43 lempiras.
De acuerdo con la ONCAE, la mayor parte de compras de esta secretaría se materializó en reparación de carreteras del país.
Siguiendo el orden de entidades que más gastaron, se perfiló la Alcaldía del Distrito Central, municipio que cobija la capital de Honduras, que entre compras y contratos consumieron 3,802,997,556.30 lempiras.
1,804,976,602.89 lempiras es lo que totalizó la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, mientras que la Secretaría de Salud adjudicó 1,345,061,168.65 lempiras.
Lo anterior fueron las secretarías y alcaldías que más gastaron durante los 58 días de compras en vía libre sin regulaciones.
El resto de entidades mantuvo compras por debajo de los mil millones de lempiras, aunque, también son cifras exorbitantes.
Los miles de millones de lempiras se erogaron bajo las modalidades de licitaciones, concursos y compras menores.
Para la sociedad civil, esta arca abierta de compras deja severas sospechas de irregularidades, además de lo que se gastó en un corto tiempo.
“Este nivel de compras, así como los niveles de ejecución registrados al cierre del año 2023 reflejan falta de planificación y de personal competente en materia de compras y contrataciones en las instituciones del sector público, lo que se puede deducir al eliminar la figura de compradores certificados para mejorar la ejecución presupuestaria”, analizó Liliam Rivera, especialista en finanzas de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
Irregularidades
Pese a que la ONCAE manifestó en documentos a EL HERALDO que casi 13 mil millones fue lo que se adjudicó en las fechas sin CPC, datos de la Secretaría de Finanzas (Sefin) a los que este rotativo accedió a través de la ASJ muestran que la cifra real supera los 36 mil millones de lempiras.
A octubre de 2023, se había ejecutado el 55% (58,866,392,604 lempiras) del presupuesto asignado a bienes capitalizables, materiales y suministros y servicios no personales, según datos de la Secretaría de Finanzas, y en solo dos meses (noviembre y diciembre) se alcanzó un nivel de ejecución al cierre del año de 87%.
Lo anterior significa más de un tercio, que en total son 95,494,907,386 lempiras de lo que se ejecutó en 10 meses, lo que llevó a mejorar sustancialmente los niveles de ejecución.
En resumen, entre noviembre y diciembre se ejecutaron 36,628,514,781 lempiras.
Ante esta situación, “será fundamental conocer la calidad de las contrataciones y los bienes y servicios que se recibieron”, explicó Rivera.
De su lado, el economista Marco Aguirre explicó la diferencia entre ambos montos: el de la ONCAE y la Sefin.
“En términos sencillos lo que muestra la ONCAE -casi 13,000 millones- fue lo que se adjudicó entre contrataciones y compras que se pagan con arreglos a varios años y algunos anticipos que se dieron, pero lo que muestra la Sefin es lo que brutamente se gastó en compras en esos 58 días”, detalló.
El economista hondureño reprochó dos situaciones, una de ellas es: “¿Por qué hasta que eliminó ciertos requisitos corrieron a hacer compras? ¿Será que estas instituciones esconden algo?”.
La segunda: “Claro, ahora saldrán los ministros a decir que la ejecución presupuestaria aumentó, pero de oficio se tiene que investigar qué hay detrás de cada cosa que se compró, si es que se compró algo”.
“Recordar, que los recursos que están administrando son del pueblo hondureño y cada lempira que se gaste debe satisfacer las necesidades reales de la población”, recordó nuevamente Liliam Rivera.
Para el expresidente del Colegio de Economistas, Martín Barahona, “lo importante será saber qué se compró y cómo esto puede beneficiar a Honduras”.
“Lo que se gastó en menos de dos meses es un exceso y hay que ver por qué se hizo así de rápido”, agregó.
En tanto, en estos mismos meses el presupuesto global de la República pasó de un 61% a un 90%.
¿Qué compras se hicieron y quién las hizo?, son algunas de las muchas preguntas por responder.