Honduras

Menores aprenden de disciplina con el taekwondo

A través de este deporte de origen asiático buscan que alumnos de escuelas públicas fortalezcan sus principios y valores, así como la disciplina y mejoren su condición física

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25.05.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- ¿Es posible lograr la paz y disciplina a través de un deporte de golpes y patadas?

Para centenares de niños de educación básica de instituciones públicas, la respuesta es afirmativa.

Sus maestros y padres han descubierto excelentes resultados a través del taekwondo.

En 2018, en el Centro de Educación Básica Dolores Bustillo de El Carrizal, en Comayagüela, se inició un proyecto piloto para incluir el deporte de contacto físico como la clase de educación física.

A partir del segundo y tercer grado, los menores comienzan a aprender los principios y técnicas básicas sobre el taekwondo. Los menores van aumentando sus conocimientos y mejorando sus habilidades porque los instructores les enseñan hasta sexto grado para que alcancen la cinta negra (grado más alto) en cuatro años.

Pero, ¿qué es el taekwondo y en qué consiste?
Se trata de un arte marcial de origen coreano que es tradicional en la cultura asiática desde hace muchos años.

También es un excelente método de defensa personal mediante puñetazos, patadas y bloqueos, sin utilizar ningún tipo de arma u objeto. Su nombre significa: tae (pie, patada), kwon (puño, bloqueo) y do (camino, arte, forma de vida).

Otro de los beneficios que genera en los niños es que es un gran ejercicio que los mantiene en buena condición física, ya que realizan diversos movimientos y queman calorías para combatir y prevenir la obesidad infantil y otras enfermedades que se deriven.

El punto consiste en utilizar las técnicas de puños y patadas sin tener contacto con otras partes del cuerpo del oponente.

Proyecto
El proyecto de ayudar a los niños surgió por la iniciativa del gran master de taekwondo, Young J. Yoo, de Corea del Sur, pero residente en Estados Unidos. Actualmente está avalado por la Secretaría de Educación y funciona en 16 instituciones públicas como clase de educación física.

A través de la Fundación de Taekwondo Honduras se comenzó a enseñar el deporte a niños en iglesias evangélicas, organizaciones y ahora en escuelas.

Foto: El Heraldo

El HERALDO fue testigo de una evaluación para cambio de cinta de los alumnos. Foto: Efraín Salgado/ EL HERALDO

La embajada de Corea del Sur en el país apoya de manera permanente con la presencia de maestros avalados a nivel internacional en diferentes instituciones de educación básica, media y superior.

La mayoría de las instituciones están ubicadas en zonas vulnerables por la violencia. Uno de los objetivos que se busca es que los menores se alejen de vicios como el alcohol y las drogas, y también de la violencia.

“Dios a través de una oración tocó mi corazón, en una conferencia misionera en Estados Unidos, y me dijo que debo ayudar a Honduras a través de lo que sé”, contó el master Young. Él vino al país hace 10 años y se ha encargado de enseñar sus conocimientos y técnicas a jóvenes hondureños, quienes ahora son instructores en instituciones.

“El objetivo primordial es compartir el deporte, pero no solo por patear o por puñetear, sino exclusivamente por enseñarles la disciplina, los niños son más fáciles de educar que un adulto”, expresó Álvaro Zelaya, instructor
del deporte.

A los niños les gusta el deporte y se emocionan cuando lo practican y entrenan. Sin embargo, no solo se trata de técnicas, para cada alumno conlleva un gran compromiso y respetar a sus padres, docentes y compañeros. A su vez, aprenden palabras del idioma coreano.

“Si el niño se porta mal ya no puede hacer examen, si logramos hacer un giro en la educación a la conducta de nuestra niñez, Honduras va afianzándose a un futuro más sólido”, comentó Zelaya.

Los niños deben cumplir con sus deberes académicos, pero también con sus tareas en el hogar como ordenar sus zapatos, su mochila y su dormitorio. También aprenden principios y valores desde el saludo, cortesía, integridad, perseverancia, respeto, entre otros.

“Es un deporte que no es tan común en Honduras y tiene ciertas dificultades porque se necesita coordinación de mente, manos y pies”, afirmó el instructor. Cada tres meses se les realiza una evaluación a los alumnos y cada vez que suben de nivel reciben una cinta con diferentes colores y significados.

“Es algo progresivo, el niño puede ser el mejor pateando, pero si tiene mala conducta no puede hacer el examen, lo primordial es tener un cambio en conducta porque cuando ellos tengan 15 años van a ser una juventud diferente en la comunidad y ellos van a ser ejemplo para otros niños”, manifestó.

En la Dolores Bustillo, alrededor de 173 alumnos practican el taekwondo.

EL HERALDO fue testigo de una evaluación para cambio de cinta de los alumnos.

Estudiantes de diferentes grados llegaron con su uniforme de la clase de educación física y sus cintas. Antes de comenzar el examen entrenaron para reforzar sus técnicas, luego se alinearon para formarse.

Los padres de familia aguardaban para observar el avance de sus hijos. Posteriormente, comenzaron su evaluación sobre la aplicación de las técnicas.

Luego tuvieron que romper una tabla de una patada y de ahí hacer el saludo hacia el maestro Young y autoridades de Educación.

Cada quién leyó su propio ensayo sobre cómo el taekwondo les ha cambiado la vida y les otorgaron su nueva cinta.

Actualmente, el programa no cuenta con fondos y requiere de apoyo del gobierno, de empresas y organizaciones.

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