Siempre

El Artículo de Octavio Carvajal: ¡Yo no fui!

Un cómplice de narcos que vivía en San Pedro Sula y hoy se mueve entre Guatemala y Costa Rica es alero de un expresidente

25.05.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Para nadie es sorpresa que personajes catrachos, entre alcaldes, diputados y tiburones de la política sean aliados del narcotráfico. Tony Hernández, hermano del presidente Juan Orlando Hernández Alvarado, contrario a otros, quemó a galanes de toda calaña al cantar sus nombres ante un oficial antinarcóticos estadounidense en noviembre de 2018.

Los cabezas calientes expertos en usar mentes débiles mintieron al afirmar que Tony Hernández no había viajado a Miami, Estados Unidos en diciembre de 2017 para declarar por casos de narcotráfico. En efecto, el hermano de JOH sí voló en una nave privada. Su craso error fue mentir a agentes de la DEA, que nomás esperaron un año para atraparlo.

Seis meses después se conoció su extenso coro del 23 de noviembre de 2018. Declaró sin su abogado Retureta (también defensor de Fabio Lobo), quien jamás respondió su teléfono para dar fe de su alegato. Aunque las cosas no estaban bien para Tony Hernández, visto por el norte como “narco a gran escala”, el acusado cantó nombres y motes de capos con quienes socializó. Ni la cebolla escapó.

Burra
Desde su arresto, supimos que Tony Hernández fue escoltado en su primera audiencia por uno de sus hermanos. Sorpresa y media es leer su confesión en la que –pese a ciertas lagunas- quemó a figuras de la política que habrían ayudado a grupos narcos, pero aduce que él solo recibió “regalos”. ¿Y desde cuándo existe almuerzo gratis?

Pasmosa y nutrida arte para enviar mensajes a amigos, a afines y rivales de que su amarga cruz de los barrotes no la cargará solo cuando le toque oír una condena asfixiante. Poco grito se oyó de aquellos soñados de pulcros que, aunque lo nieguen, también están hasta el copete con la cocaína. Tony dijo que Los Valle ofrecieron helicópteros y otros gustos a diputados.

Los “gringos” investigan a un “financiero” que habría ordenado la muerte de varios personajes de la política vernácula. En lugar de helicóptero, los mandó a volar, pero al otro mundo. La paga por liarse a oscuros “hombres de negocios”.

Droga
Los narcos forman cuadros. Financian políticos, empresarios y periodistas. Compran a simples obreros y campesinos. Fatuos hombres y sus damas niegan vínculos con capos a sabiendas de sus parrandas en sus empalizadas. Ahí andan unos (as) que desean cadena perpetua para Tony, acusan a JOH de jefe del cartel y sus cajas lavan dinero del narcotráfico edificando edificios y carreteras. ¡Picaritos!

“Honduras es una cuartería y aquí todos nos conocemos”, frase del pintor de murales César Rendón. Si el hermano de JOH cayó y también se hundió Fabio Lobo, hijo del exjefe Porfirio Lobo Sosa por su presunto amorío con narcos, los gringos deben ser parejos. Si se llevan políticos y falsos financieros, que esposen reporteros y constructores que han lamido narcos.

Claro, miles desean que Tony Hernández se pudra en la cárcel y que algún día se palme JOH en su propio caiga quien caiga. No apuren el paso, el imperio actúa según sus pesquisas y no por corazones rotos o por piques políticos, personales o económicos.

Si todos dicen “yo no fui” cuando en la DEA les pregunten si han sorbido cocaína, tengan por seguro que los engrillarán más temprano que tarde. Que nadie celebre, en el pastel se irán grandes, medianos y pequeños.

Así piensa...
Sucios. Los mismos de siempre. Se la tiran de cara limpia, de yo no fui, nunca me di cuenta de nada, jamás supe que mi amigo era narco o jefe de peligrosos criminales, pero, al final, saben que son pícaros.

Ajuste. En la costa norte, en el litoral atlántico y en Tegucigalpa es donde más muertes por encargo se han dado en los últimos cuatro años tras cederse a grandes narcos. Uno de ellos fue ajusticiado saliendo de su carro.

Balas. Un rival se convirtió en “diputado”, pero rápido lo dejaron casi cuadripléjico en un confuso incidente con la Policía. En un mensajito le dijeron: “En ese cargo ni tu ni yo”. Un solo disparo y lo mandaron a la cama de por vida.

Sueños. Tras la entrega de “Los Cachiros” y de “Los Valle” que serían ejecutados por poderosos “empresarios” y políticos que lavaron sus fortunas producto del narcotráfico, ciertos alcaldes y otros actores ya duermen en panteones.