El líder nacionalista Miguel Pastor dijo que acepta con humildad la propuesta de encabezar la nómina presidencial del movimiento Por Mi País y anunció que lo hace “pensando primero en Honduras”.
“Un ciudadano no puede más que llenarse de emoción al recibir de sus correligionarios una petición de la naturaleza de la que hoy se me hace, no solo es un honor, sobre todo es una petición que encarna los más claros anhelos de todo un pueblo que quiere que uno de sus integrantes se constituya en su portaestandarte”, dijo el aspirante presidencial.
En un discurso de casi una hora, Pastor relató que ha visitado casi toda Honduras y en los momentos en que ha tenido la oportunidad de hablar con dirigentes locales, estos le han reiterado “las grandes necesidades que tienen, de lo urgente que es para el país que se den respuestas rápidas y efectivas a sus problemas y, sobre todo, de la obligación que tenemos los cachurecos de cumplir las promesas de campaña y muy especialmente de fortalecer y unir al Partido para que siga gobernando”.
“Mientras fui ministro de Soptravi dejé la política a un lado y me dediqué a servirle a mi país, a darle trabajo al mayor número de mis compatriotas y correligionarios, a rehabilitar la red vial en la medida de mis posibilidades, a mejorar la seguridad en el transporte público con la colaboración de los militares, y a luchar sin descanso por lograr el éxito del gobierno y por mantener la unidad de los nacionalistas”, dijo el exfuncionario.
Dijo que ha llegado el momento “no de lanzar una candidatura por un simple capricho o por una ambiciosa aspiración personal, sino de aceptar la postulación que miles de nacionalistas me han hecho”. Dijo que asume el reto de la precandidatura presidencial por el país, “por mi gente, sin distingos de ninguna clase, y por mi gran Partido Nacional, que es el partido de todos con una sola ideología: justicia social con libertad y democracia”.
“Acepto humildemente esta postulación y desde ya les digo: ¡Vamos a ganar las elecciones internas y vamos a darle a Honduras prosperidad, que es el resultado del trabajo y capital para generar oportunidades”, expresó. Pastor resaltó la fuerza de su corriente política. “Sin duda aquí existe una fuerza que está presente, una fuerza representativa y aglutinadora para la construcción del nuevo camino del Partido Nacional, esta fuerza de voluntades no la necesitamos para confrontar a otros aspirantes, sino para dar respuestas a los problemas de la nación, esta fuerza de voluntades no es para atropellar a ningún nacionalista que discrepe las ideas de nosotros, es para construir el país de esperanza, es para recuperar el liderazgo del Partido Nacional que nos lleve a una segunda victoria consecutiva”.
“Sé que cada nacionalista quiere un partido fuerte, pujante, participativo, abierto, democrático, respetuoso de la Constitución y las leyes de la República y ese es el mandato que recibo”, dijo.
Pastor se refirió a la campaña que se avecina. “Para los pájaros de mal agüero, para los malos nacionalistas, esta será una campaña dura y negativa; para Miguel esta debe ser una competencia sana, limpia, justa y en igualdad de condiciones y oportunidades para todos, porque lo positivo construye, y Miguel Pastor quiere construir la unidad verdadera de los nacionalistas, la unidad que garantiza la fortaleza del partido y que es el camino al triunfo en las elecciones generales”.
“Llamo a los líderes de mi partido a la unidad verdadera, a la unidad que garantice el respeto y la campaña positiva que nos conviene a todos, que le conviene al partido y que le conviene a mi país, porque el partido es primero, y por encima de los intereses de los candidatos están los intereses del partido. ¡Eso es ser buen nacionalista!”
Subrayó: “Aquí está mi mano amiga, dispuesta a estrechar la mano sincera de los líderes que sí queremos la unidad y el triunfo del partido”. Pastor se solidarizó con los nacionalistas despedidos del gobierno.
“A los hombres y mujeres que están siendo despedidos y que trabajaron fuertemente para el triunfo de 2009; les expreso nuevamente mi sentimiento solidario y levanto mi voz porque ellos también merecen una oportunidad dentro de un gobierno nacionalista y ¡aquí estamos!, no solamente para defenderlos, sino para luchar con ustedes porque más que nacionalistas son seres humanos que tienen familia, y que como todos los hondureños necesitan su trabajo para sobrevivir”.
“Si hablamos de unidad, prediquemos con el ejemplo; si queremos la segunda victoria consecutiva, practiquemos la unidad verdadera; si en realidad amamos al partido, cuidemos a los nacionalistas y no actuemos como verdugos sin corazón ni sentimientos. Miguel habló de un cambio de liderazgo.
“Estamos convencidos que el nacionalismo necesita con urgencia un liderazgo moral, un liderazgo con valores, fuerte y sabio que sepa diferenciar entre el bien y el mal desde el mismo momento en que proponemos e impulsamos una competencia sana por la candidatura; un liderazgo moral confiable que sea capaz de mantener la unidad verdadera de los nacionalistas y que avive la confianza y la fe de todos. No juguemos con el triunfo del partido”.
“Vamos a elecciones internas sin privilegios de ningún tipo, respetemos la libertad que tienen los nacionalistas para elegir según los dictados de su corazón, y con humildad aceptemos los resultados de las elecciones internas, porque la voz del pueblo es la voz de Dios”.
Seguridad
En cuanto a los grandes problemas de Honduras, sobre todo el de seguridad, dijo: “Deseamos que haya una efectiva y frontal lucha contra la impunidad, la corrupción, el crimen organizado y sus métodos de financiamiento como el narcotráfico”.
“Los pesimistas hablan de una pesadilla que atormenta a todos los hondureños por igual, la pesadilla de la dura realidad por la que está pasando el país y que cada día la padecen y la sufren millones de nuestros compatriotas. Comprendo tu dolor, sé lo que estás sufriendo, por eso asumo esta responsabilidad, para ayudarte, darte mi mano y construirte un mejor mañana”.
“No queremos más hombres y mujeres aterrorizados por esa delincuencia despiadada que nadie ha podido vencer todavía; por eso proponemos que lo que se debe implementar frente a esta difícil situación es la seguridad militar y aprovechar la capacidad de las Fuerzas Armadas para hacerle frente a este terrible flagelo.
“Queremos que los Poderes del Estado se respeten entre sí y que ninguno abuse de los demás porque eso garantiza la estabilidad política, la gobernabilidad y fortaleza de nuestra democracia”.
