Tegucigalpa, Honduras.- La ministra de Salud, Carla Paredes, no ocultó su frustración al describir el caos y la corrupción en el Hospital Escuela (HE), dejando claro que aún no puede resolver los obstáculos dentro de su gestión. La funcionaria, quien lleva 11 meses en el cargo, señaló que desde la Secretaría de Salud (Sesal) y desde el propio hospital hay personas que obstruyen su labor y se benefician de sus puestos.
“Hemos tenido actores dentro de la Sesal que han conspirado y han obstaculizado este proceso (de pago de salarios)”, declaró Paredes, quien también denunció una preocupante desorganización en la administración de los pagos del centro médico.
“Las planillas llegaban incompletas: sin nombres o con nombres, pero sin puestos, con puestos pero sin salarios, y en ocasiones sin estructura, nunca coincidían”, detalló.
La ministra aclaró que el problema no radica en los trabajadores del hospital, como empleados de lavandería o médicos, sino “en el personal administrativo”. “Este es un hospital que aún está atrapado en la corrupción, y eso será evidenciado por la auditoría forense, que abarcará el periodo desde hace 12 años hasta 2022 en adelante”, afirmó.
La epidemióloga cuestionó las prácticas de contratación en el hospital: “¿Cómo se paga sin contratos? ¿Cómo se paga sin documentos? Aquí, es común que el empleado entre el 1 de octubre y cobre el día 20 sin haber presentado su currículum, sin haber firmado, sin pasar por un proceso de selección. Aquí todo el mundo cobra y luego se completan los procedimientos”.
Además, Paredes aceptó que como Sesal “sabemos muchas cosas, pero vamos a esperar esa auditoría forense”, sin precisar en más detalles.
Sin embargo, las declaraciones de la ministra de Salud generaron interés entre la población, ya que, según señaló, conoce a los responsables, aunque aún no ha tomado medidas para retirarlos del sistema sanitario ni denunciarlos ante el Ministerio Público.
En relación con los actos de corrupción expuestos por Carla Paredes, EL HERALDO conversó con exfuncionarios que estuvieron en la Sesal
Roberto Cosenza, exviceministro de Salud, señaló: “Si hay actos de corrupción, ella debe proceder legalmente, pero no debería tratar así al personal que está trabajando”.
Cosenza insistió: “Debe denunciarlo si tiene pruebas, pero no puede hablar solo por hablar”. También cuestionó la efectividad de las auditorías, recordando que Paredes solicitó una para el Hospital Escuela en abril, y comentó: “Podemos contar una gran cantidad de auditorías en los hospitales, pero nunca vemos resultados”.
Además, criticó el reciente nombramiento del doctor Herbert López como director del hospital en febrero de 2024, hecho por la propia ministra. “¿Desde cuándo está el nuevo director? Entonces, ¿por qué no han resuelto los problemas administrativos, como los pagos pendientes?”, concluyó.
Manuel Matheu, antecesor de Paredes, se disculpó antes de hacer una breve declaración: “No quiero ser inhumano con la ministra. Me parece que la señora sabe muy poco de salud pública, habla mucho, pero no se involucra en los procesos”.
Matheu añadió que “como ella menciona ‘mi dinero’, debe recordar que el dinero es del pueblo hondureño, y eso es lo realmente importante”. Sin embargo, para Paredes todo acabará en 2025 porque según ella: “A partir de enero ya no hay una sola excusa para que nosotros no hayamos limpiado progresivamente este hospital, en donde hay podredumbre”.
Más problemas
La Asociación Nacional de Técnicos Anestesistas de Honduras realizó ayer asambleas informativas en el Hospital Escuela en respuesta a un proyecto de ley que consideran una amenaza a su profesión. Este proyecto, argumentaron, limitaría sus funciones y pondría en riesgo los derechos de más de 200 profesionales, quienes, en comparación con los anestesiólogos, tienen salarios más bajos, de 14,000 lempiras mensuales frente a los 44,000 lempiras que gana un profesional de carrera.
Con carteles en mano, los técnicos anestesistas enfatizaron que son responsables del 90% de los procedimientos de anestesia en el país y rechazaron lo que denominan una “ley elitista” que favorece a los médicos especialistas. Samuel Gómez, representante de los técnicos en anestesia, indicó que la falta de diálogo con las autoridades los llevó a organizar estas asambleas.
Carlos Umaña, diputado y uno de los impulsadores de la ley, afirmó que aún no ha sido discutida en el Congreso Nacional. Aseguró que los técnicos han malinterpretado las disposiciones de la normativa, que, según él, protege sus derechos.
“Las asambleas son innecesarias”, enfatizó, agregando que la ley busca normalizar y legislar las competencias en esta especialidad médica. Umaña aclaró que el artículo 5 de la ley garantiza la continuidad del trabajo de los técnicos y la Escuela de Técnicos en Anestesia seguirá operando al menos por veinte años.