Salvo por los datos que la Asociación Nacional de Industrias y Funerarias de Honduras recogía de forma empírica, jamás se tuvo un instrumento para conocer las estadísticas más exactas de fallecimientos por el coronavirus. Se sabía que todo registro llegaba con retraso.
Sin embargo, la Unidad de Datos de EL HERALDO accedió de manera exclusiva a la base de datos de defunciones del Registro Nacional de las Personas (RNP) para desvelar qué ocurrió realmente en lo peor de la pandemia, o mejor dicho, cuándo sucedió.
Los archivos del RNP confirman el presagio generalizado: hay más muertos en este registro que los documentados por el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo (Sinager) en los boletines diarios, con la aclaración que las actas del RNP recogen en su mayoría sospechosos.
Para ser más específicos, ya sea por sospecha o confirmado, el RNP contabilizaba un total 194 decesos por covid-19 más que Sinager hasta el 15 de octubre (fecha de cierre de nuestro análisis).
En los registros civiles al menos 2,745 muertes son atribuidas al covid (sospechosas o confirmadas por test), mientras que el conteo de Sinager, a la misma fecha, indicaba 2,551 decesos.
Ya era un problema públicamente conocido que las cifras de Sinager llegaban con retraso, pero al cotejar las dos bases de datos salta el hallazgo que el pico de muertes por coronavirus ocurrió un mes antes a lo reportado por el gobierno.
Lea también: ¿Qué se sabe de la nueva cepa del covid-19 que amenaza al mundo?
¿Quién tiene los datos de muertos por covid-19?
EL HERALDO se dio a la tarea, desde que comenzaron a reportarse decesos por covid-19, a buscar los números reales, pero hallar los datos más exactos de momento es una tarea en desarrollo.El RNP tampoco tiene los registros más completos -aunque sí los mejores- y no por problemas de recopilación en la institución.
A diferencia de otros países, no hay un organismo que centralice y publique de forma inmediata la información de defunciones. Sí lo hay, es el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), pero repetimos: ni de forma inmediata ni pública.
Sucede que un fallecimiento puede ser registrado directamente en las oficinas del RNP (los registros civiles municipales) o vía una ventanilla auxiliar en un hospital público.
Como parte del proceso, se emite una constancia de defunción, que corresponde a la certificación y la declaración jurada del registro, y un informe estadístico, con datos demográficos y la causa de muerte.
De interés: Mapas y gráficos de últimos casos y muertos por covid-19 en Honduras
El INE recoge este último reporte para elaborar su informe de estadísticas vitales (nacionamientos y defunciones), pero los datos se recolectan a nivel nacional dos veces al año.
Dos veces al año en teoría, porque EL HERALDO intentó obtener el último informe de estadísticas vitales, que se supondría tendrían que ser del 2019, pero los datos de defunciones más recientes y públicos datan del informe 2010-2012.
A lo anterior sumamos dos barreras: un familiar tiene un plazo de hasta seis meses para registrar un fallecido y el confinamiento también paralizó durante varios meses las labores de inscripción en el RNP.
Lea además: Al menos 5,500 muertos por covid-19 reportan funerarias de Honduras
El pico de decesos ocurrió a finales de junio
El análisis a las cifras del RNP evidencian que el pico de decesos por el nuevo coronavirus ocurrió entre finales de junio y principios de julio (en realidad se visualiza una especie de meseta en todo julio).
La gráfica elaborada con los datos del Registro Nacional de las Personas es más consistente a cómo debería comportarse una curva de este tipo epidemias: crecimiento exponencial al inicio, un pico al llegar el momento más caótico y un descenso exponencial tras tomar medidas.
Mientras que la curva con los datos de Sinager exhibe un pico de muertos a finales de julio y otro en la última semana de agosto, una posible señal de cuánto tardan las autoridades en confirmar los casos.
Esta curva es muy irregular, con altas y bajas muy pronunciadas -poco frecuente en epidemias- y sus datos corresponden a cuando Sinager confirma mediante prueba PCR la enfermedad, ya sea antes o después de la muerte de la persona.
El siguiente gráfico muestra las grandes diferencias entre las dos curvas. A favor de los archivos del RNP está el hecho que registra la fecha exacta de la defunción, mientras que Sinager no suele compartir la fecha de deceso del paciente en sus boletines.
Sin embargo, los registros civiles tampoco fueron la herramienta para analizar datos diarios en el desarrollo de la pandemia -son una mirada a lo qué ocurrió-, porque afectó el cierre del RNP y el confinamiento.
Lo anterior se evidencia en que cientos de muertes por el virus fueron inscritas dos o hasta tres meses después de ocurrir.
Lea también: Más de 70 trabajadores de la salud han muerto por covid-19
Impacto mortal del covid-19
Una de las instrucciones emanadas del RNP indicaba que las muertes relacionadas con el virus Sars-cov-2 debían completarse en el acta de defunción de dos maneras: Confirmado covid-19 o probable covid-19.De esta forma, se evita el error de descartar muertes sospechosas ante la escasez de pruebas PCR o cuando la inscripción sucede antes de tener el resultado del test. O por el contrario, inflar las cifras.
No obstante, el 30% de las defunciones cuya causa aparece covid, coronavirus o Sars-cov-2 no tiene el detalle si fue positivo mediante test o simple sospecha.
Sí se da cuenta que al menos dos de cada tres casos fueron registrados como sospechosos, mientras que solo el 5% de los fallecimientos aparece como confirmado.
Lo anterior es una diferencia muy sutil a cómo Sinager maneja las estadísticas, ya que este organismo muestra resultados confirmados por pruebas de detección.
Por eso es imposible determinar, en este momento, si hay todavía más muertes por covid-19, ya que no se ha clarificado si la cifra de sospechosos del RNP hay que sumarla a la base de datos de confirmados por Sinager.
O puede ocurrir que muchos fallecidos por coronavirus fueron inscritos como sospechosos y Sinager después confirmó, tras pruebas de laboratorio, la presencia del virus.
Fuera de lo anterior, los números no dan margen de dudas sobre el impacto mortal de la enfermedad: de las casi 15,800 muertes reportadas este 2020 en Honduras, el 16% están ligadas al covid-19, ocupando el primer lugar de causas.