El ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, se pronunció a favor de las reformas a la Ley de Portación de Armas ya que permitirán tener un mayor control de la tenencia y evitarán la pérdida de vidas humanas.
El Congreso Nacional (CN) analiza reducir la cantidad de armas que puede tener una persona, de cinco a dos, así como la implementación de estrictas pruebas psicológicas para ortorgar los permisos de portación de armas de fuego.
Para el funcionario hondureño es importante la aprobación de estas reformas para tener mayor control y recomendó que se den a conocer a los sectores de la sociedad civil organizada.
El funcionario fue radical al asegurar que
“nadie” debe portar estos artefactos, porque “no es conveniente” sobre todo por la cultura de los hondureños que mezclan el consumo de alcohol con las armas.
'¿Qué tiene que andar haciendo Pedro, Juan, Martín, en una cancha de fútbol con armas de fuego. Por qué tienen que haber expendios de bebidas alcohólicas en una distancia cercana de una cancha de juego?', se preguntó.
Agregó que es inaceptable la falta de convivencia social que se vive en Honduras por las situaciones donde hay un arma de fuego, bebidas alcoholicas y discusiones en el campo de la política o el deporte y 'la intolerancia que vivimos lo hacen explosivo, dando situaciones que lamentar'.
Según el funcionario, cuando los hondureños mejoran la condición económica lo primero que hacen es compra un arma, en lugar de cambiar sus condiciones de vida, porque es algo cultural.
Ante los cuestionamientos de algunos sectores que aseguran que se dejará a la población desarmada, Bonilla valoró que es más importante preservar la vida de las personas, 'no podemos seguir siendo uno de los países con los índices más elevados de violencia sólo por el simple hecho de andar armados”.