Honduras

Para montar narcolaboratorios despojan a familias de sus tierras en Colón y Olancho

A fin de expandir su producción, narcotraficantes están comprando terrenos aislados amenazando o arrebatando la vida de los propietarios. Autoridades locales admiten que no pueden hacer nada ante esto
28.06.2023

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Solo hay dos opciones: aceptan vender obligadamente sus tierras o los asesinan, cualquier intento por no acatar esta orden o intentar denunciar a las autoridades es una condena de muerte casi segura.

No importa si tienen que disparar sus letales armas de fuego con tal de que los pobladores de los diferentes municipios entre Olancho y Colón guarden silencio y se sometan a los narcotraficantes, quienes desde hace un tiempo están comprando terrenos a las personas de estos municipios por elevadas cifras.

Otros simplemente los invaden, pero el fin es el mismo: utilizar las tierras para plantar marihuana, coca o montar los narcolaboratorios clandestinos.

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EL HERALDO fue receptor de los testimonios de los asustados pobladores que desde hace un tiempo han dejado sus viviendas y tierras para que queden a merced de los grupos criminales.

“Mire, nosotros teníamos cinco manzanas que dejó mi papá, pregúntenos ahora, solo las vemos de lejos porque los narcos las usan para sus cosas. Están plantando hoja de coca”, contó, con sus ojos atemorizados, un poblador de Olancho.

Los afectados que relataron sus historias a este rotativo mantendrán en anónimo sus nombres, así como el lugar de donde fueron despojados de sus tierras porque “si se dan cuenta me matan a mis hijos y a mí”.

“Ellos cuando miran tierras solas en las montañas (zonas remotas) investigan de quiénes son y ofrecen dinero, prácticamente quieren que uno se las venda a la fuerza”, manifestó otra afectada.

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“Yo soy de Colón, cerca de Olancho, pero nos tuvimos que venir a Juticalpa porque de allá nos corrieron. Un día un carro de esos grandes llegó a nuestra casa, se bajaron tres hombres con pistolas en cintura, pero no tuvimos miedo porque eso allá es normal... Nos dijeron que si nos llamábamos así y nos dijeron que nos querían comprar nuestras tierras que tenemos allá (Colón). Mi esposo les dijo que no porque su familia se las heredó. Ellos respondieron: usted puede elegir entre la vida de su familia o vendernos”, les amenazaron.

Los ojos de la mujer trigueña se exaltaron y voltearon a ver a todos lados para sentir paz, “me da miedo que esa gente me ande siguiendo”, dijo.Siguió: “Mi esposo me quedó viendo asustado. Ellos dijeron: No tengan miedo, con el dinero de la venta pueden comprar otra casa y mejores cosas, ustedes decidan”.

“Los hombre se fueron, pero dijeron que volverían en unos días para saber la respuesta”, dijo. La asustada mujer tomó un sorbo de agua y nuevamente volteó a ver a todos lados, en su rostro y sus ojos solo denotaba terror.

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“Decidimos venderles, nos dieron más del millón de lempiras, las tierras costaban más porque eran muchas manzanas, mi esposo es el que sabe”, afirmó.

Esta familia de cinco integrantes tras recibir su dinero en efectivo dentro de un saco se mudaron de Colón a una ciudad de Olancho.

Otra de las personas que se ha encontrado bajo esta misma situación es de San Esteban, Olancho.

“A mí me dijeron que si los denunciaba me iban a matar. Amigo, la Policía ya lo sabe todo, pero ellos están unidos, tiene que actuar como si nada ha pasado, pero aquí todos saben que esto está pasando y no podemos hacer nada y las autoridades son las mismas que están metidas con los narcos”, recalcó.

EL HERALDO consultó a elementos de un retén militar que hay en la entrada de San Esteban si saben algo de estos casos, hubo silencio por más de 10 segundos: “Aquí se escuchan estas cosas que los narcos hacen eso, pero no se puede hacer nada... Sigan, no pueden estar parados aquí”, respondió un uniformado.

Un poblador de este municipio declaró que los departamentos de Olancho y Colón están llenos de narcotraficantes y son ellos “las autoridades, quiero decirle que no es la Policía que manda aquí, sino los narcos. Son buenos carros los que andan”. Entre los municipios hermanos entre Colón y Olancho se vive bajo la ley del más fuerte.