Tegucigalpa, Honduras
Tráfico de drogas, de combustible y mercadería, así como pesca ilegal y resguardo a la soberanía nacional, deben ser combatidas a diario por las fuerzas navales de la región, que en los últimos años se han ido aliando con países amigos para adquirir embarcaciones de nueva generación.
A nivel de la región, la Fuerza Naval de Honduras (FNH), hasta el 2013, se había mantenido con capacidades mermadas, operando con algunas patrulleras y lanchas de poca capacidad, siendo superada por sus vecinos más cercanos, como El Salvador, Nicaragua, Guatemala y en menos proporción Costa Rica.
Ante esta necesidad, en 2013, el Congreso Nacional aprobó un préstamo con Holanda a un plazo de 15 años para la compra de dos corbetas, la Lempira y Morazán, que venían equipadas con seis lanchas rápidas.
El exjefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerzas Armadas (FF AA), general en condición de retiro, René Osorio Canales, declaró a EL HERALDO que estas corbetas se compraron a un costo de 62 millones de dólares, es decir, unos 1,400 millones de lempiras a intereses bajos.
Destacó que con estas embarcaciones se logró fortalecer la vigilancia en el Atlántico, combatiendo el narcotráfico y apoyando las operaciones desarrolladas en los departamentos de Gracias a Dios, Islas de la Bahía, Atlántida y Cortés.
Región
En la actual administración, la FNH sigue en proceso de fortalecimiento, y para este año espera la llegada de un Buque de Apoyo Logístico y de Cabotaje (BAL-C), proveniente de Colombia, así como de un buque tipo OPV de Israel en 2019 y patrulleras de Estados Unidos.
Los otros países de Centroamérica tampoco se quedan atrás. Por ejemplo, la Fuerza Naval Salvadoreña (FNES), cuenta con unas 79 embarcaciones y está a la espera de dos modernas patrulleras por parte de Estados Unidos.
La Armada Marina de Guatemala tiene unas 50 embarcaciones, entre lanchas, patrulleras y buques, mientras que la Marina de Guerra Sandinista (MGS) en Nicaragua, opera con 70 modernas naves obtenidas por medio de Rusia, Corea del Norte y Polonia. El Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) de Costa Rica tiene unas 75 lachas, la mayoría pequeñas.
Para el analista en materia de seguridad, Raúl Pineda Alvarado, el volumen del narcotráfico por el mar es tan grande que las navales de Centroamérica se topan con los barcos que se dedican al tráfico de drogas más que a identificarlos.
Consideró que la naval más poderosa en la región es la de Guatemala, aunque se mantiene en equilibrio con Honduras, pero esto es irrelevante, porque no hay conflicto con este país, mientras que Nicaragua y El Salvador han tenido pretensiones de evitar que Honduras tenga salida al Pacífico y que solo llegue a cierto grado de la bocana.