Sucesos

En prisión primer acusado por la muerte de centralista

03.07.2017

Tegucigalpa, Honduras
Avances considerables en cuanto a la investigación de la muerte de los dos estudiantes del Instituto Central Vicente Cáceres (ICVC) podrían conocerse en los próximos días, informó a EL HERALDO una fuente ligada a la Policía Nacional.

Rebeca Abigaíl Torres Velásquez (15) y Olman Adalid Castillo Calderón (18) perdieron la vida de forma violenta en hechos distintos, la última semana del mes de junio.

Prueba de que hay avances sustanciales en las averiguaciones es la captura de un menor de edad el viernes 30 de junio; el adolescente fue presentado ante los juzgados de la niñez y el Ministerio Público lo acusó por los delitos de privación injusta de la libertad, violación y asesinato, en contra de Rebeca y guarda prisión en Renaciendo.

Las investigaciones efectuadas por la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) indican que la muerte de la jovencita se deriva por posibles vínculos de sus amistades con una pandilla.

La fuente ligada a la Policía manifestó que todo parece indicar que la estudiante del Central fue ultimada por miembros de una pandilla contraria a la que sus amigos y compañeros, con los que departiría ese día, simpatizan.

Afinando detalles

Mientras tanto, en el caso de Olman Adalid se está a la espera de la consolidación de algunas pruebas de que podrían vincular a los autores intelectuales y materiales de este crimen.

Aunque no hay un tan solo detenido por este hecho, los próximos días serán cruciales, según confesó la fuente, para tener un resultado positivo y llevar a los tribunales a los responsables.

Hasta el momento, se descarta que Olman haya estado vinculado a una estructura criminal.

En el ojo de los criminales

EL HERALDO conoció de manera extraoficial que parte de la violencia que afecta a los jóvenes en varios centros educativos se debe a que los criminales están poniendo sus ojos en las hermosas jovencitas para hacer con ellas transacciones de tipo sexual.

Generalmente, las jovencitas son sonsacadas por alguna de sus compañeras pertenecientes a pandillas o lamentablemente son obligadas por personas que merodean en los centros educativos.