CATACAMAS, HONDURAS.- Aún con lágrimas en sus ojos, doña Dulce Turcios, madre de Aída Bernai Alvarado Turcios, de 10 años, acepta que la muerte de su pequeña hija ocurrió porque no le brindaron la asistencia hospitalaria inmediata y adecuada. “Nosotros nos descuidamos de ella”, comenta con la voz entrecortada la acongojada madre.
La pequeña Aída se convirtió ayer en la cuarta víctima del dengue en el departamento de Olancho.
Según su madre, la menor presentó fiebre y diarrea durante cinco días consecutivos, atendiéndose de manera preliminar en el centro de salud de su comunidad, donde le indicaron que viajara hasta el hospital para hacerle unos exámenes a la niña y a uno de sus nietos, que también presentaba un cuadro febril agudo, pero no le fue posible debido a la falta de recursos.
“Yo le dije a mi pareja que se fuera a buscar dinero para traer a la niña al hospital, pero no logramos que nos prestaran y hasta ahora en la madrugada (ayer) que ya estaba más grave pudimos traerla”, lamentó la mujer.
David Martínez, pediatra del Hospital Hermano Pedro, aseguró que la menor ingresó al hospital con un cuadro grave, se le dio la atención indicada y a las 8:16 AM falleció. “Cuando la niña ingresó ya presentaba un problema renal agudo, el sobrepeso que padecía influyó en las complicaciones médicas que derivaron en su muerte. A través del examen de laboratorio se confirmó que la menor se había contagiado de dengue grave”, dijo Martínez.
