El exministro de Seguridad y actual diputado, Óscar Álvarez, confirmó anoche su decisión de desligarse del movimiento político Azules Unidos que coordina el presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández.
Álvarez se encuentra en la ciudad de Houston, Estados Unidos, y en comunicación telefónica informó en el noticiero Hoy Mismo que le envió una carta personal a Hernández agradeciéndole la oportunidad que le había brindado para aspirar a la Alcaldía de la capital. “Pero en este momento, por razones personales y familiares, declino a esa aspiración política”, expresó.
A la consulta de si es miembro del movimiento Azules Unidos respondió: “no, ya yo lo puse por escrito, no quiero que se malinterprete, Óscar Álvarez está en este momento fuera de la política, está dedicado única y exclusivamente a estar con su familia, por razones personales esa es mi finalidad”, respondió. Justificó que a sus 56 años de edad quiere dedicarle más tiempo a su esposa y sus cuatro hijos, disfrutar su compañía por bastante tiempo.
“Yo soy un hondureño, pertenezco al Partido Nacional, siempre estaré apoyando a mi partido, le deseo mucha suerte a usted así como se la deseo a Ricardo Álvarez, a Miguel Pastor a Juan Orlando, son líderes del Partido Nacional”, indicó.
La carta la finalizó diciéndole a Juan Orlando que “yo soy una persona sincera”. Tras enviar la nota, confesó que dirigentes del movimiento Azules Unidos se contactaron con él para tratar de reconsiderar su decisión. “Me han buscado del movimiento, pero yo les he dicho muy respetuosamente que les agradezco, pero yo ya tomé mi decisión que es irrevocable”, subrayó.
Aclaró que su declinación a Azules Unidos no fue para unirse a otro movimiento, por lo que agradeció a Ricardo Álvarez, Miguel Pastor y Fernando Anduray, quienes lo han valorado. Un sondeo ubicó a Álvarez muy por encima del mismo Juan Orlando Hernández, razón por la cual agradeció el reconocimiento del pueblo. Algunos sectores lamentan que Álvarez no fue valorado en el movimiento Azules Unidos a pesar del arrastre político, su trayectoria y reconocimiento internacional, al ponerlo a competir la candidatura de la Alcaldía capitalina con otros aspirantes.
“Hay un dicho bíblico, ‘uno no es profeta ni en su propia tierra’, es una lástima”, dijo. “He sido reconocido en el exterior, pero no necesariamente del gobierno de Honduras”, lamentó.
Aprovechó la oportunidad para agradecer a quienes votaron masivamente por él en las pasadas elecciones. “Cada vez que yo he hecho algo en mi vida es por servir a Honduras, yo no me he servido de Honduras”, manifestó Álvarez.
El exministro de Seguridad recién se había adherido al movimiento, en la ciudad de La Ceiba, bajo una serie de acuerdos que aparentemente no fueron cumplidos.
Para el caso, según la información extraoficial brindada a EL HERALDO, a Alvarez se le había prometido la candidatura a la alcaldía capitalina, sin disputas de por medio con otros dirigentes como el periodista Jorge Zelaya, que también aspira a la nominación.
Por ende, no se había contemplado la realización de sondeos para definir al candidato.
Sin embargo, el sondeo se realizó esta semana, tal y como lo había adelantado Jorge Zelaya a EL HERALDO, y los datos reflejaron que la popularidad de Alvarez está muy encima del candidato presidencial, inclusive.
Asimismo, EL HERALDO supo que al exministro se le habría prometido seguridad adicional para poder ingresar a los barrios y colonias, sin embargo, la misma nunca se concretó.
Alvarez ha afirmado que por su cabeza, los miembros del crimen organizado y de las pandillas han puesto precio, razón por la cual era imprescindible que se cumpliera el acuerdo en materia de seguridad personal.
Por otra parte, trascendió que habría existido un compromiso para destinar una importante cantidad de dinero para su campaña política, acuerdo que tampoco se cumplió una vez sellada la alianza y adhesión al movimiento Azules Unidos.
Pese a ser convencional, Alvarez no estuvo en la reunión realizada este día. La convención se realizó con alrededor de 300 convencionales, de los 1,000 que tiene el Partido Nacional, lo que demuestra que fue una reunión huérfana de unidad y que no tuvo el acompañamiento de los principales líderes de este instituto político.
Respecto a la convención, en la que se habrían gastado más de cinco millones de lempiras y sobre la cual pesan sospechas de uso de recursos públicos, la misma se instaló y de inmediato
se suspendió y reprogramó
para el 28 de abril en la ciudad de La Ceiba.
EL HERALDO supo que esta reprogramación habría violentado otro acuerdo que existía entre los candidatos y del cual hay testigos de honor.
Y es que, según el acuerdo, la convención se realizaría el 28 de abril, pero en la ciudad de Siguatepeque.
