TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La falta de oportunidades laborales para los recién graduados del nivel medio, así como factores asociados a las condiciones de los centros han hecho que los padres de familia y los mismos alumnos pierdan la confianza en el sistema educativo.
De acuerdo con el informe de Progreso Educativo Honduras 2022 de la Fundación para la Educación Ricardo Ernesto Maduro Andreu (Ferema), solamente la mitad de los estudiantes que ingresan a primer grado permanecen hasta noveno.
El documento muestra a un grupo de estudiantes que ingresaron a primer grado en el año 2010, y evidencia que solo un 50 por ciento concluyó noveno grado ocho años después y alrededor de un 30 por ciento llegó a undécimo para el año 2020, es decir, diez años después de haber ingresado a primero.
Establece que uno de los factores del abandono escolar es el poco interés de los jóvenes en la educación, vinculado a la falta de oportunidades laborales percibidas por padres de familia y los mismos menores.
A esos factores se suma la falta de recursos económicos que produce migración, establece el coordinador del Observatorio de la Educación de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM), Mario Alas.
“Muchos padres de familia consideran que ya no vale la pena que sus hijos estudien en el nivel medio o que estén pensando en estudios superiores, porque tienen la idea de que no hay empleo, y que por lo tanto el gran esfuerzo que tienen que realizar a nivel económico no es compensado porque los muchachos terminan emigrando”, dijo.
Los menores que salen de las aulas de clases terminan migrando o trabajando en diversas actividades junto a sus padres.
En los últimos años, la cifra de menores que salen del país, ya sea acompañados por sus padres o solos, incrementó, según reflejan organismos internacionales. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Migración (INM), de los hondureños que retornan al país desde Estados Unidos, México y Guatemala, un 20 por ciento son menores.
Otro problema que enfrenta el sistema educativo hondureño y que aumenta la desconfianza de los padres y alumnos es la malla curricular. “Tiene currículos que no están orientados para que el muchacho sienta que lo que está aprendiendo realmente le va a servir para trabajar o hacer un emprendimiento”, agregó Alas.
El experto recomendó que es necesario actualizar la malla curricular del nivel medio, enfocado en la educación para el trabajo.
“Tenemos un currículo de hace más de 20 años que realmente está desacoplado de las necesidades del siglo XXI; no corresponde a lo que los jóvenes necesitan en la actualidad para tener ciertas competencias que les permitan incorporarse al mercado laboral ya sea como empleados o emprendedores”, enfatizó.