Honduras

¿Quién es Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, el exdirector policial capturado para extradición?

El exdirector de la Policía Nacional (2012-2013) mientras escalaba en su carrera también tenía acusaciones por delitos relacionados al asesinato y desaparición de personas
10.03.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Malencarado, tosco, agresivo y hasta primitivo son, quizás, algunas de las características que pasan por la mente de muchos cuando ven o recuerdan la apariencia física de Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, el exdirector de la Policía Nacional entre 2012 y 2013.

Aunque su presencia no solo destaque por su apariencia, su condición física atemoriza a unos cuantos debido a que es un hombre alto y corpulento.

Pero ni su rudeza ni su aspecto combativo fueron suficientes para impedir o, por lo menos, ralentizar que fuera capturado la tarde del miércoles 9 de marzo por elementos de las fuerzas especiales de la Policía cuando intentaba cruzar el peaje de Zambrano, ubicado a unos 36 kilómetros de Tegucigalpa.

Tras dos años de estar en condición de prófugo, el jerarca, horas después, fue presentado ante los periodistas custodiado por un pelotón de agentes y esposado y con cadenas de pies y manos.

Llevaba tapaboca y vestía un traje deportivo y gorra.

Luego de la presentación, el exdirector policial fue trasladado a la sede de las Fuerzas Especiales de la Policía, conocida como Los Cobras, donde también está recluido el expresidente Juan Orlando Hernández desde hace tres semanas.

El exdirector de la Policía de Honduras fue pedido en extradición por Estados Unidos, acusándolo de ser quien “supervisaba” las operaciones de narcotráfico en nombre de Hernández.

“El Tigre”, como los sellos de un pasaporte, tiene marcas en su piel que denotan que es alguien de 61 años, jugado por la vida.

Vea: Cronología de los ascensos y la caída de Carlos “El Tigre” Bonilla

Escalada y problemas

La mayor parte de su carrera estuvo marcada por los ascensos, pero fue el ocaso de su trayectoria en donde la percepción de un hombre combativo con el crimen fue desapareciendo como un algodón de azúcar en el agua.

Perseguidor de los delincuentes. Es ese el comentario de una fuente de EL HERALDO Plus sobre la forma de actuar de “El Tigre” contra los malos, una condición que prevaleció desde sus inicios.

Por ejemplo, en 1997, mientras era un debutante en el mundo de la seguridad nacional, dirigió una persecución contra al menos cinco asaltantes de un banco ubicado en el mercado San Isidro, en Comayagüela.

La patrulla conducida por “El Tigre” alcanzó a dos vehículos de los asaltantes en los que tres delincuentes fueron abatidos.

Comenzó asignado como oficial de planta en la Unidad de Homicidios de la Policía. Ahí, en asuntos internos se documentaron los primeros señalamientos de estar involucrado en desapariciones forzadas, pero pocos prosperaron.

Sin embargo, en 2002 ocurrió una de sus escenas más polémicas: el Ministerio Público (MP) lo acusó de haber asesinado a uno de los secuestradores (Jorge Luis Cáceres, conocido como “El Indio”) del exsecretario de Economía, Reginaldo Pating.

Panting, quien tenía 70 años antes de su muerte, fue secuestrado el 18 de mayo de 2002, y hallado muerto 15 días después maniatado y con una soga al cuello en San Pedro Sula.

Al final fue absuelto por falta de pruebas en 2004.

Y fue en entre 2002 y 2011 que “El Tigre” vivió la escalada policial: jefe policial en San Pedro Sula, luego pasó a la Lima y Villanueva, siempre en el departamento de Cortés.

Posteriormente, fue jefe departamental de Santa Bárbara, en el noroccidente hondureño, director de la Penitenciaría Nacional y más tarde lo asignaron a la jefatura departamental de Copán, departamento fronterizo con Guatemala.

Fue allí en donde “El Tigre”, conocido así porque ese era el nombre del título de un curso militar que había sacado en su formación, mostró su valentía por lidiar sin temor con los narcos, dicen fuentes de EL HERALDO Plus.

El mayor cargo de su trayectoria lo obtuvo en mayo de 2012 cuando fue nombrado por Porfirio Lobo Sosa como director de la Policía Nacional en sustitución de Ricardo Ramírez del Cid.

En esos tiempos a la Policía Nacional le atribuían el uso de escuadrones de la muerte.

A 11 meses de estar en el cargo nuevamente los problemas le llegaron: en un restaurante acribillaron al hijo de Ramírez del Cid.

El exjefe policial acusó directamente a “El Tigre” de participar en la muerte de su hijo, pues él fue visto en el mismo lugar antes que ocurriera el crimen.

Fue a finales de 2013, en el ocaso del gobierno de Lobo Sosa, que fue destituido de cara a la entrada del gobierno de Juan Orlando Hernández.

Su sucesor fue Ramón Sabillón, quien se venía desempeñando como inspector general de la Policía Nacional. Ahora, después de nueve años, lo capturó mientras figura como secretario de Seguridad.

En diciembre de 2013 fue agregado policial de la embajada de Honduras en Colombia.

Según el Miami Herald, el traslado se produjo después de que Lobo Sosa consultara con el presidente electo en ese momento, Hernández.

Además: ¿Cómo aperaba “El Tigre” Bonilla y cuáles son sus nexos con el narcotráfico?

Punto álgido

Aunque él mismo había solicitado su salida, “El Tigre” fue separado de la Policía Nacional, junto a otros exjerarcas policiales, tras las acciones de la Comisión Depuradora en junio de 2016.

Para octubre de 2019, en un documento sobre las actividades del exdiputado “Tony” Hernández y en el marco de su juicio, la Fiscalía de Nueva York involucró a “El Tigre”, identificado como CC-7 en el archivo, en el tráfico de drogas.

Según los investigadores, el expresidente Hernández y su hermano promovieron su ascenso a la cúpula policial.

Meses después, en mayo de 2020, la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York y la DEA en un comunicado del Departamento de Justicia, del jueves 30 de marzo, notificaron que “El Tigre” estaba siendo acusado en un tribunal federal de conspirar para importar cocaína a Estados Unidos y delitos relacionados con armas.

En ese momento, el fiscal federal de Manhattan, Geoffrey S. Berman, dijo que había desempeñado un papel clave en una violenta conspiración internacional de narcotráfico trabajando en nombre del excongresista hondureño Tony Hernández y su hermano.

“Bonilla Valladares controló el cargamento de múltiples toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, usó ametralladoras y otras armas para lograr eso y participó en extrema violencia”, dijo Berman.

Y las acusaciones se concretaron en mayo de 2021, cuando finalmente Estados Unidos pidió en extradición a “El Tigre”.

Los fiscales norteamericanos habían dicho que Bonilla permitió que los cargamentos de drogas pasaran por los puestos de control de la policía sin inspección y les dio a los carteles información sobre las operaciones de interdicción aérea y marítima de la policía para que pudieran evadirlas.

Cuando se anunciaron los cargos el año pasado, Bonilla negó ser narcotraficante.

Ahora, casi un año después, “El Tigre” en un operativo fue capturado intentando pasar uno de los peajes para llegar a Comayagua.

El secretario de Seguridad, Ramón Sabillón, anunció que será presentado la mañana de este jueves ante el juez en la primera audiencia y que la policía tiene en su poder otras órdenes de captura vinculadas al caso, pero rehusó dar más detalles.

La semana pasada la cancillería informó en un tuit haber enviado a la Corte Suprema de Justicia “la solicitud oficial de los Estados Unidos de América, del arresto provisional para la extradición de cuatro ciudadanos hondureños”, pero no brindó los nombres “por razones de seguridad”.

La captura de “El Tigre” para comenzar el proceso de extradición, expertos consideran que el hecho es una muestra “de la podredumbre que tiene Honduras en su institucionalidad”.

“Por fin... Sabía que se haría justicia”, dijo la comisionada María Luisa Borjas al enterarse que “El Tigre” había sido capturado.

Borjas, quien en su momento fue comisionada de la Policía Nacional, fue dada por baja deshonrosa de la entidad.

De su interés: Así informó el mundo sobre la captura de Carlos “El Tigre” Bonilla