El testimonio que hizo el policía José Rubén Pozo López en relación a la muerte de los jóvenes universitarios Rafael Alejandro Vargas
Castellanos el 22 de octubre de 2011, y que EL HERALDO obtuvo en exclusiva, estremeció a las dos mujeres que más han sufrido con este vil asesinato: sus madres.
Aurora Rodríguez de Pineda, madre de Carlos David, explicó cómo recibió el relato que el policía dio ante el juez con jurisdicción nacional después de que se presentó con la protección del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) y que se encuentra en las instalaciones de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH).
“A mí la noticia de ese testimonio que publica EL HERALDO me ha impactado mucho porque uno debe saber de boca de otras personas, pero leer un testimonio le hace recordar esos momentos”.
Como víctimas y como madre debemos saber la verdad y agradezco muchísimo a ustedes porque son investigadores para que se conozca la verdad por el pueblo y no es posible que cosas así permitamos que sigan sucediendo, prosiguió doña Aurora de Rodríguez.
Fue clara al afirmar que de la versión que da Pozo “hay algunas lagunas por allí”.
“Por ejemplo, de las versiones que da de lo que sucedió y por qué los interceptan, eso yo todavía lo pongo en duda, especialmente lo que sucedió en Plaza Milenium porque mi hijo era un joven alegre y conciliador y nunca iba a enfrentarse a unos guardias”, explicó.
Considera que dichas versiones “fueron construidas, inventadas”. “Yo sé que los policías fueron adiestrados para dar unas declaraciones que están un poco fuera de contexto, donde ellos pudieran escudarse, y por qué los persiguen y por qué les disparan”.
Si fueron ellos los que cometieron el error de dispararle a Alejandro y a Carlos David, tanto el oficial que estaba a cargo de la patrulla 92, debieron de llevarlo al hospital y a lo mejor hubieran tenido algún castigo por el delito de tentativa de homicidio y hubieran salido libres en dos años pero no tenían que haberlos asesinado.
“Pero ellos confiados en la impunidad que existía en el país pensaron que este crimen no iba a ser descubierto y no iba a ser investigado y no se iba a saber la verdad”.
“Lo más creíble y lo más cercano a la verdad es que querían robarle el vehículo y me imagino que en ese momento la reacción de Rafael Alejandro y Carlos David fue protegerse y no pensaron que los iban a matar y solamente creyeron que los iban a seguir”.
“Los policías ya tiempos hacían esto, por lo que esto era un caso más que iba a suceder y que iba a quedar impune”, precisó Aurora Rodríguez de Pineda.
Esa semana estuvieron los investigadores de la DNIC a cargo del inspector Esaú Rodríguez y nos dijo que la investigación estaba por concluir.
Eso ocurrió dos días después, donde la DNIC ya tenía la investigación casi concluida.
“El oficial Esaú Rodríguez nos confirmó que policías activos de las patrullas los habían interceptado y que la investigación estaba casi concluida”, reiteró.
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Cambian la versión
Sin embargo, el día miércoles las cambiaron y ocultaron la información porque habían entrado en escenario otras personas e intentaron cambiar las pruebas, lavaron las patrullas y borraron evidencias.
A raíz de eso, los fiscales tuvieron que empezar las investigaciones y colectar las pruebas porque se llegó el día viernes de esa misma semana y todavía la DNIC, no había entregado las pruebas ni había presentado a los policías responsables.
Esaú Rodríguez, nos tomó la declaración, vino en dos ocasiones a nuestra casa y yo no quise darle información “y nos dijo, siéntanse privilegiadas de que a este caso le daremos todo el tiempo y los mejores vehículos, al igual que los mejores agentes para investigar”.
En verdad lo hicieron la investigación, pero en determinado momento la ocultaron.
“En ese momento no queríamos saber nombres porque no los conocíamos, aunque muchos vecinos de Los Ángeles, después de las publicaciones los conocieron y dijeron que habían asaltado casas y a muchos de ellos les robaron el vehículo. Los amenazaron de que si denunciaban los iban a matar y ahora que aparecen en las fotos muchos los reconocen que eran los que extorsionaban y que andaban cometiendo delitos en esta zona”, explicó.