Comayagüela, Honduras
Su gran pasión eran las computadoras y el mundo de la programación. Su anhelo era convertirse en todo un profesional universitario. Pero la delincuencia le apagó la luz de la vida de un solo zarpazo.
El joven Dimas Edgardo Ramos Artega, de 32 años, residente en la colonia Jardines de El Carrizal, y estudiante de la carrera de Ingeniería en Sistemas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), perdió la vida la madrugada de este viernes luego que presuntos delincuentes lo atacaron con piedras, supuestamente, para robarle los zapatos que calzaba.
Alrededor de las 2:10 de la madrugada familiares recibieron la dolorosa noticia de que el malogrado joven estaba muerto en la colonia San Eugenio, en la zona de El Carrizal, por lo que se movilizaron hasta la escena del crimen, donde confirmaron lo sucedido.
Empleados del Ministerio Público, así como agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y de la Policía Preventiva, realizaron el reconocimiento legal del cadáver y lo trasladaron a la morgue de Medicina Forense, donde fue reclamado por los dolientes.
Un equipo de la Sección de Homicidios de la DPI realiza las investigaciones orientadas a identificar y capturar a los autores materiales del hecho criminal.
El cadáver fue reclamado por familiares en horas de la tarde y trasladado al municipio de Cedros, Francisco Morazán, donde será sepultado.
Repudiable crimen
“Yo he lamentado mucho la pérdida de Dimas porque él fue un buen miembro de nuestra iglesia y lideraba el grupo de alabanzas”. Así se expresó un miembro de la iglesia evangélica Gran Misión a las Naciones, de la colonia Jardines de El Carrizal, al tiempo de lamentar el clima de inseguridad que viven los capitalinos.
Creo, prosiguió, que la delincuencia es una situación que se está viviendo hace mucho tiempo y se debe hacer algo para controlar esto.
Por su parte, un hermano del fallecido relató que Dimas Edgardo había regresado de Estados Unidos, pero al regresar quería culminar su carrera de Ingeniería en Sistemas en la UNAH.
Agregó que tenía pocos días de haber finalizado el primer semestre y que para costearse sus estudios se dedicaba a realizar trabajos secretariales y reparar teléfonos celulares en su casa.
“Lo mataron por asaltarlo, porque hasta los zapatos le robaron”, lamentó el doliente que prefirió no identificarse.
Ramos Arteaga era padre de una niña de 11 años y un hombre muy dedicado a sus estudios, su trabajo y al servicio del Señor, según confirmaron familiares en la morgue capitalina.
Ante el hecho violento, la UNAH emitió un acuerdo de duelo para lamentar la muerte de Dimas Edgardo Ramos a manos de grupos delictivos, así como expresar las muestras de condolencia a la familia doliente por la pérdida de su ser querido