El exdirector del Instituto Nacional Agraria (INA), Nectaly Medina, aseguró el martes que por un “error involuntario” suyo incluyó en la lista de empleados beneficiados con un terreno al también exdirector César Ham.
“Quiero reconocer que él no conocía a plenitud de este caso. Realmente que fue un error involuntario. Usted sabe que a nosotros nos toca firmar miles de títulos. Él no sabía, él no ha hecho ninguna solicitud de ninguna adjudicación, fue un error involuntario el que se cometió”, dijo Medina.
¿Por qué involuntario?¿Usted no se enteró lo que firmaba?, se le preguntó, a lo que respondió que “usted sabe que cuando se saca la planilla, ahí va toda la gente y en algún momento, en un lapsus, se escapó el nombre, se colocó y se fue. No tiene que ver con un acto anómalo, premeditado, sino una acción involuntaria que él no sabía”, añadió.
Sin embargo, el exdirector no explicó cómo pudo incluirse a Ham en la planilla siendo que ya no era director del INA debido a que renunció para aspirar a una diputación en las pasadas elecciones.
¿Cuando usted firmó no se enteró que iba el nombre de César Ham?, se le insistió, y dijo: “Yo veo miles y miles de nombres, hay cientos de títulos que tengo que firmar y a la hora de la hora involuntariamente firmé algo, que realmente no debí haberlo firmado. Es un error involuntario de mi parte, pero que no tiene nada que ver con una cuestión ilegal”, expuso Medina.
El exdirector dijo que sus actos todos fueron legales. Los basó en la cláusula 58 del Noveno Contrato Colectivo, que dice que el INA “continuará la política de favorecer a sus trabajadores para que adquieran su propia vivienda y se compromete a adquirir a cualquier título y, de acuerdo a sus posibilidades, lotes de terrenos en los sectores donde tienen o establezca oficinas y proyectos”.
Bajo estos parámetros legales “se tituló a todos los empleados indistintamente de cuál haya sido su naturaleza política, afiliados y no afiliados al Sitraina”, refirió el exdirector.
Lo ocurrido, añadió, “es un procedimiento legal y no colinda con ningún problema de otra naturaleza que no sea el interés de favorecer a los empleados”.
“El sindicato ataca a César más por la parte legal que por la parte política. Al sindicato en estos cuatro años se le puso orden, se le enseñó quién es el que mandaba y cuál era la directriz que un ministro debe tener como autoridad en una institución que es del Estado, no es del Sitraina”.
El Sitraina había estado acostumbrado a mandar y quería hasta que se nombraran cuatro representantes suyos como directores regionales y no se le complació.
