Tegucigalpa, Honduras.- Para el 2026 Honduras tendrá el primer satélite orbitando el espacio. Se trata del proyecto Morazán, el cual está siendo desarrollado por un grupo de alumnos y profesores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Morazán, será un nano satélite, en forma de cubo que orbitará a uno 400 kilómetros de distancia de la Tierra, luego de ser lanzado al espacio por un brazo robótico desde el Módulo Experimental Japonés (Kibo) en la Estación Espacial Internacional.
Su misión una vez en órbita será monitorear tres principales ríos en Guatemala, Costa Rica y Honduras, con el objetivo de enviar una alerta ante alguna crecida de sus niveles, así evitar inundaciones durante la temporada de lluvia.
El satélite tendrá una función educativa, mediante la generación de fotografías, mostrará a los alumnos cómo se ve la Tierra desde el espacio.
Los encargados del proyecto informaron EL HERALDO como avanza la creación del satélite, y el resto de obras que ayudarán para que en el 2026 pueda entrar en funcionamiento.
Avance del proyecto Morazán
El satélite fue anunciado desde 2021; lamentablemente en los últimos años ha tenido varios retrasos, uno de ellos es la ejecución de obras civiles que se necesitan para su desarrollo
Fernando Zorto, director del Instituto de Investigaciones de Ciencia Aplicadas y Tecnológicas de la UNAH, quien es el responsable de desarrollar el satélite, indicó que el avance del proyecto en general es del 60%.
“Tenemos generados los procesos de diseño completos y los de compra para las cosas que vamos a adquirir dentro de ese proceso; entonces ahorita estamos en el plazo y en este año deberíamos de tener listo y ensamblado el satélite”, afirmó.
Zorto aseguró que para 2026 el dispositivo debería estar en Japón para ser probado y enviado al espacio.
En 2024 la UNAH destinó unos 83,000 dólares (cerca de 2.1 millones de lempiras, al cambio actual) para la adquisición de piezas y componentes que se utilizarán para el ensamblado del satélite.
Aún falta licitar un segundo lote que consiste en paneles solares, los que permitirán, a través de la energía del Sol que las batería del satélite se recarguen en el espacio.
”Esto debería estar listo en octubre de este año y en ese tiempo debería de estar en la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA).
Sin embargo, la construcción del cuarto limpio, que servirá para ensamblar el satélite, y la estación terrena, que es donde llegarán los datos del satélite a la tierra aún no se comienzan a desarrollar.
En julio del año pasado las autoridades de la Secretaria Ejecutiva de Administración de Proyectos de infraestructura (Seapi) comenzaron los procesos de licitación para la construcción de cuarto limpio, y la estación terreno.
René Girón, titular de Seapi, manifestó que la obra del cuarto limpio y la estación terrestre se estará adjudicando a la empresa que ganó la licitación a finales de enero; lo que espera que se comience su ejecución en febrero.
La edificación de ambas obras civiles tendrá una duración de entre cinco y seis meses, por lo que los encargados esperan que para octubre este completamente armado el satélite.
Una vez armado el nanosatélite, será enviado al Instituto de Tecnología de Kyushu (Kyutech), en la ciudad de Kitakyushu, en Japón, donde se le realizarán pruebas de resistencia de temperaturas y movimiento, entre otras.
Las pruebas estarán a cargo de dos hondureños que realizan sus estudios de posgrado en el instituto.
Ellos son: Reynel Galindo, graduado de Ingeniería Eléctrica Industrial y de Ingeniería Mecánica Industrial en la UNAH, llegó a Kyutech en 2020 a estudiar la maestría de Ingeniería en Sistemas Aerospaciales.
Y Wenceslao Bejarano, quien entró a Kyutech a finales del 2023 gracias a un programa de la Agencia de Cooperación Internacional Japonesa (JICA), al igual que su compatriota estudia la maestría en ingeniería de sistemas aeroespaciales.
Ambos jóvenes serán los encargados de probar el satélite y posteriormente entregarlo a personal de JAXA, para su lanzamiento.
Marcará un hito en Honduras
El lanzamiento no solo pone a Honduras en el campo aeroespacial, también muestra la integración y cooperación de los países de la región para alcanzar un objetivo común.
El proyecto Morazán, aunque es liderado por Honduras, es apoyado por las universidad de San Carlos en Guatemala y la Universidad de Costa Rica, estos países ya cuentan con nanosatélites orbitando el espacio.
El dispositivo hará monitoreo de los niveles de los ríos Ulúa en Honduras, Matina en Costa Rica y Samalá en Guatemala, mediante sensores ubicados en puntos estratégicos de esos afluentes; eso permitirá tener información relevante para evitar desastres naturales.
Para la época seca los científicos de la UNAH, que son parte del proyecto, piensan en darle otro uso al satélite, como el monitoreo de olas de calor y la
Por su parte, el cuarto limpio, que es un espacio diseñado para controlar la contaminación del aire permitirá que la UNAH pueda desarrollar más proyectos enfocados en la industria farmacéutica, electrónica y de investigación científica.
Las autoridades de la universidad indicaron que con la puesta en órbita del satélite, Honduras esta entrando a la carrera del área espacial.