TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Se cumplió un mes desde las extrañas muertes de tres aspirantes a oficiales en la Academia Nacional de Policía (Anapo) en La Paz, zona central de Honduras, y aún no se ha determinado las causas de sus decesos.
Las autoridades han asegurado que el proceso de investigación continúa y los resultados de las autopsias siguen sin ser revelados de manera pública. Hasta ahora, lo más cercano a una explicación que los familiares de las víctimas han obtenido son las declaraciones de la subsecretaria de Seguridad, Julissa Villanueva, quien a través de entrevistas en medios de comunicación dio detalles de del síndrome de rabdomiolisis, un padecimiento que pudo ser provocado tras los entrenamientos iniciales de los aspirantes.
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Es por eso que el Congreso Nacional decidió llamar al secretario de Seguridad, Ramón Sabillón y al director policial, Gustavo Sánchez, a declarar en la asamblea legislativa programada para la próxima semana, con el fin de que puedan explicar a profundidad las investigaciones realizadas hasta la fecha.
La futura comparecencia fue confirmada por el diputado del Partido Libertad y Refundación (Libre), Rafael Sarmiento, quien es parte de la Comisión de Seguridad del Legislativo.
LO DICHO POR JULISSA VILLANUEVA
Horas después de que se confirmara la muerte del primer aspirante, un video comenzó a circular en las redes sociales, en donde se veía a los jóvenes que soñaban con convertirse en policías auxiliares, correr cargando sus maletas en el perímetro de la sede policial.
Villanueva se refirió al polémico video en una entrevista en un canal de televisión y aunque dijo que desconocía que eso se realizaba como una especie de rito de iniciación, aseguró que había pedido su cancelación.
“Esa bienvenida con maletas ‘me la acabo de desayunar’, porque yo no sabía que tenían que llevar la maleta y que con lo que llevaran en la maleta (debían correr) y si yo hubiera sabido le hubiera dicho a los civiles: ‘no lleven nada, pero no lo sabía’”, dijo la experta forense.
La doctora explicó que los casi 500 jóvenes comenzaron a hacer un ejercicio que duró entre 15 a 35 minutos, “no más de una hora, con las maletas en una veloz carrera”, enfatizó.
“Hoy, directamente, para mí, (ese ejercicio) incide en los hechos, por las condiciones particulares de cada quien”, dijo a criterio personal, cuestionando el entrenamiento tras el que murieron tres aspirantes.
Para la funcionaria, las altas temperaturas de aproximadamente 28 grados, en conjunto con el ‘reto’ de correr con todo ese peso pudieron causar un extraño síndrome que ella encontró al revisar los análisis clínicos.
Se trata del síndrome de rabdomiolisis, que se desarrolla, según expertos, en casos por la deshidratación, el calor y el ejercicio excesivo.
Villanueva dijo que tanto los fallecidos como los que fueron internados en los centros médicos tenían síntomas como: cansancio, calambres, dolor, náuseas, vómitos y algunos se desmayaron.
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LAS VÍCTIMAS
La tragedia ocurrió el domingo 11 de septiembre del presente año, cuando los profesionales universitarios llegaron a internarse en la Anapo tras cumplir con un proceso de selección para convertirse en policías auxiliares en un periodo de cuatro meses, una oportunidad única, pues por primera vez el curso se realizaría de manera intensiva.
Tras despedirse de sus seres queridos en la entrada de la institución, los jóvenes fueron llevados a sus nuevos dormitorios, según los registros, a eso de las 12 del mediodía fue el turno de recibir el almuerzo y según Villanueva, comieron pescado, lechuga y arroz”.
Alrededor de las 3:00 de la tarde comenzó el primer entrenamiento físico, en el cual los aspirantes comenzaron a correr durante varios minutos y fue justo ahí donde decenas de ellos comenzaron a sentirse mal y se desvanecieron.
Los más afectados fueron trasladados al Hospital Roberto Suazo Córdova en La Paz y al Hospital Santa Teresa e Comayagua, pero lamentablemente, en el nosocomio de La Paz se reportó la muerte de Jairo Josué Martínez, un joven informático que trabajaba en la Dirección de Telemática de la Secretaría de Seguridad, pero que según se conoció, soñaba con seguir creciendo en la institución.
Para las 09:30 de la noche de ese mismo domingo se reportó el fallecimiento de otro hombre, quien respondía al nombre de Ronal Coello, de profesión abogado. Y el lunes 19 de septiembre, el saldo de víctimas aumentó a tres con el fallecimiento de Kevin Mejía, quien era médico cirujano.
El caso ha generado múltiples reacciones entre la población hondureña, pues mientras unos dicen temer que los jóvenes hayan sido víctimas de abusos policiales que terminaron en sus muertes, otros dicen que sus decesos se debieron a problemas médicos que cada uno presentó.