TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los nuevos beneficios que contempla la propuesta de reforma a la Ley del Instituto Nacional de Previsión Magisterial (Inprema) para los maestros activos y jubilados tendrá un fuerte impacto económico en la institución.
En tal sentido, surge la duda de ¿cómo se va a financiar la normativa una vez y entre en vigencia?
La respuesta es con apoyo del Estado, quien otorgará entre 1,200 a 1,400 millones de lempiras para hacer viable la iniciativa que fue presentada al Congreso Nacional el pasado martes; la propuesta también contempla un incremento en las aportaciones de los profesores y patronos (en este caso, el estado y el sector privado).
“A diferencia de la ley de 2012 donde el costo lo asumieron los profesores, esta vez con la reformas el costo lo está asumiendo el gobierno”, dijo a EL HERALDO el comisionado de Inprema, Adalid Rodríguez.
De acuerdo a representantes de la Asamblea de Participantes y Aportantes (APA) por los colegios magisteriales, serán unos 300 millones de lempiras que aportará el gobierno anualmente durante cuatro años para financiar el proceso de jubilación, el pago del bono de postergación (de 400,000 lempiras) y los otros nuevos beneficios que trae la propuesta.
Gerardo Solano, representante de la APA por el Colegio Profesional Unión Magisterial (Coprumh) expresó que “ninguna reforma es gratis y siempre tiene que haber un costo y el gobierno se comprometió a financiarla”.
Solano aseguró que con el cambio de la normativa no se está poniendo en peligro la situación financiera del instituto de previsión de los profesores.
“El Inprema esta solvente, las decisiones que se han tomado es para robustecer el instituto y con esta reformas se pretende robustecerlo aún más, porque va a cambiar el estilo de gobernanza y el estilo de inversiones”, dijo.
Aumento de las aportaciones
A pesar que el gobierno ayudará para que los beneficios se otorguen a los maestros, los educadores también pondrán de su bolsillo para hacer efectivos los cambios, a través del incremento en sus cotizaciones.
Con la ley vigente un profesor que recibe menos de 20,000 lempiras aporta el 8% al instituto, mientras los que ganan un salario superior a ese aportan el 9.25%.
Una vez aprobado el paquete de reformas todos los docentes deberán aportar el 10% de su salario, por ejemplo, si un maestro recibe un sueldo de 20,000 lempiras deberá cotizar al Inprema 2,000 lempiras.
“Para financiar la rebaja de la edad para jubilación y crear nuevos beneficios hay que disponer de dinero, y ese dinero saldrá del aumentó de las cotizaciones, la propuesta que trabajamos era de hasta 9.5% del salario independientemente de lo que gane, pero luego se dijo que iba a ser el 10%”, explicó Carlos Sabillón, presidente de la Federación Nacional de Instituciones Educativas Privadas de Honduras (Fenieph), quien participó en la elaboración del borrador.
La propuesta establece además un incremento del 4% al 5% al aporte que hace actualmente el patrono.
En el caso de escuelas privadas el aporte subiría del 15% al 19%, mientras el estado que actualmente como patrono paga el 17% (15% y adicionalmente el 2% por concepto del aguinaldo y decimocuarto mes) su aportación subirá el 5%, llegando al 22%.
Con el incrementó en las aportaciones se asegura que el instituto tenga mayor rentabilidad y vida financiera, enfatizaron los entrevistados.
Jubilados esperan la reforma
La propuesta aún no se ha comenzado a discutir en el pleno de diputados; sin embargo, los profesores tienen la esperanza que la iniciativa sea aprobada a más tardar el 17 de septiembre, fecha cuando se conmemora el Día del Maestro Hondureño.
Son unos 10,000 profesores que ya tienen 55 años y cuentan con los años de servicio establecidos en la propuesta, por lo que están listos para iniciar su proceso de jubilación con las nueva normativa una vez y entre en vigencia, adicionalmente hay unos 3,000 que tienen 59 años de edad, según explicaron representantes de la APA.
Los que tienen 59 años serán los primeros en jubilarse con la nueva ley, posteriormente y de manera gradual se irá jubilando el resto, pues actualmente el Inprema esta jubilando en promedio a 1,000 docentes anualmente, agregaron.
La reforma además abre la esperanza para los nuevos maestros de ingresar al sistema público, pues se deben contratar a nuevos profesores para llenar los espacios que dejaron y en muchos casos con la jubilación de un profesor se abrirán hasta dos nuevas plazas, lo que incrementaría la planta docente en el sector público.
EL HERALDO buscó en reiteradas ocasiones al comisionado presidente del Inprema, Héctor Díaz para conocer el impacto económico que traería al instituto el pago de su jubilación a los 13,000 profesores que están a la espera; sin embargo, el funcionario no atendió.
En declaraciones anteriores Díaz, manifestó que sin la reforma la sostenibilidad financiera del instituto se contempla hasta el 2042; sin embargo, al 2030 ya estaría presentando el primer punto crítico, por lo que de aprobarse la propuesta el instituto no tendría ningún punto crítico hasta antes del 2050 y se estabilizaría su existencia 40 años en el futuro.
