VALLE, HONDURAS.- La tristeza e incertidumbre reinaba el martes en casi todo el municipio de Alianza, Valle, golpeado con fuerza por los efectos de el huracán Julia.
Un día después de quedar bajo el agua, y donde se podía, los pobladores comenzaron a realizar trabajos de limpieza y ver de qué manera se puede reconstruir la comunidad.
Varios de ellos contaron a EL HERALDO los momentos de zozobra y temor que vivieron con las inundaciones y cómo han tenido que arreglárselas para buscar víveres hasta pasar la tormenta.
Varios núcleos familiares viven cerca y tuvieron que ayudarse entre sí para pasar las noches del lunes y martes.
El martes, decenas de casas seguían anegadas y este día seguirán los trabajos de limpieza
LEA: Gobierno anuncia abastecimiento de granos básicos para damnificados por lluvias
‘Mi esposo perdió el cupo para diálisis’
Tras pagar 10 lempiras para que le pasaran desde la incomunicada Costa de los Amates al también afectada comunidad de El Cubulero, doña Xiomara Godínez iba en búsqueda de alimentos para su familia.
Tras las lluvias que dejó el huracán Julia en dichas aldeas del municipio de Alianza, Valle, lo único que queda es seguir adelante. Godínez fue una de las tantas moradoras que tuvieron que cruzar ayer en lancha el rió Goascorán por la crecida en su caudal.
La señora que reside en la Costa de los Amates contó a EL HERALDO que siempre tienen que cruzar el río para conseguir víveres y otras cosas que necesitan en sus hogares, pero esta vez fue en medio de un peligroso y caudaloso río.
+“Duele la falta de prevención y respuesta”: Conferencia Episcopal
El pasado lunes su esposo Santos Ordóñez, tenía cita médica en un centro asistencial de Nacaome donde se le practicaría una diálisis, pero ante las inundaciones no pudieron movilizarse ni el martes.
“Mi esposo padece de insuficiencia renal y no pudo salir, se ha sentido mal y él se trata día de por medio las diálisis en la clínica de Nacaome, no pudo pasar y se tuvo que quedar. Perdió el cupo por la crecida del río entonces vamos a ver mañana (miércoles) si podemos pasar”, señaló.
Aunque ella pudo cruzar para comprar alimentos, su esposo no, por la condición de salud que le aqueja desde hace varios años. “Del otro lado está fea la situación porque quienes trabajan en la agricultura no tienen nada y perdieron fincas, plataneras, milpas y frijoleras. Aquí no hay otra calle y lo que pasa es que hay muchos enfermos que ocupan pasar”, contó.
ES DE INTERÉS: Depresión Julia podría ayudar a formación del ciclón Karl esta semana