TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Luego que Kevin Rodríguez, miembro de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) cuestionara al gobierno por falta de medidas concretas para prevenir inundaciones en el Valle de sula, el secretario de energía, Erick Tejada respondió diciendo que ese ente no gubernamental hace “uso político” de la emergencia provocada por la tormenta Sara.
Rodríguez lamentó que no se ejecuten las represas en la zona norte para evitar inundaciones y desastres en el Valle de Sula. La empresa privada había sugerido al gobierno en 2022 la construcción de una cortina rompe picos en el Río Chamelecón a fin de evitar inundaciones en San Pedro Sula y La Lima, rememoró.
Según Rodríguez, “con una inversión de 120 millones de dólares” una cortina rompe picos habría evitado pérdidas multimillonarias en las eventos naturales de Eta e Iota en 2020 y y la tormenta Julia en 2022, pero luego de tres años del gobierno de Xiomara Castro “seguimos sin una solución eficaz en el norte del país”, criticó.
Ante los cuestionamientos, en un comunicado difundido en sus redes sociales, Tejada defendió el avance del proyecto de la represa El Tablón, asegurando que los estudios geológicos, geotécnicos y de laminación de crecidas realizados por la Consultora Lombardi, una firma de prestigio mundial, demuestran que la construcción de esta infraestructura es la solución más adecuada para mitigar los riesgos de inundaciones en el país.
Rechazó las afirmaciones de la ASJ de que la represa se estaría “retrasando” debido a la generación de energía, calificando estas declaraciones como “falsas” y “sin fundamento”.
Destacó que los estudios hídricos realizados por expertos revelan que la propuesta alternativa de una represa “rompepicos” no sería efectiva frente a eventos climáticos extremos como los huracanes Eta e Iota, los cuales habrían superado los 4,000 metros cúbicos por segundo en caudales, poniendo en riesgo la seguridad de la población.
De acuerdo con Tejada los estudios para la construcción de represas, incluidos los de El Tablón, estaban listos desde 2009 y que, a pesar de los contratos firmados, nunca se avanzó en su construcción. “El Tablón se ha estado discutiendo durante 40 años, pero nunca había estado tan cerca de concretarse como ahora”, afirmó.
Asimismo, criticó a la ASJ por intentar “lucrarse políticamente” de la vulnerabilidad histórica del país en materia de inundaciones, subrayando que la construcción de una represa bien diseñada requiere tiempo y no puede llevarse a cabo en tan solo 34 meses.
La construcción de las represas de El Tablón, Jicatuyo y los Llanitos, que según los expertos ayudarían a reducir las inundaciones en la costa norte, nunca fueron temas de discusión en los anteriores gobiernos.
Desde 1973, tras el paso del huracán Fifí, que dejó miles de muertos en la zona norte, los gobiernos aligeraron la construcción de la represa Francisco Morazán, cuya edificación comenzó a inicio de los años 80 y se terminó en 1985. Desde entonces no se ha vuelto a construir otra obra de mitigación, en esa zona.
Después de 1985, las administración gubernamentales prefirieron crear la Comisión del Valle de Sula, a la cual todos los años se le ha entregado millonarias cantidades de dinero para que reparen los bordos de contención, volviéndose estos un gran negocio para ciertas empresas constructoras afines a los partidos políticos en el poder.