TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Solamente ocho minutos bastaron para acabar con la vida del “fiscal de oro”, Orlan Arturo Chávez.
Así lo certificó un perito del Ministerio Público que fue el encargado de analizar los videos de las cámaras de seguridad de la ruta del bulevar Suyapa, desde la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) hasta el Estadio Nacional Tiburcio Carías Andino.
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Los analistas del MP le dieron seguimiento al sicario y lograron identificar que ingresó en motocicleta a las 4:05 de la tarde del 18 de abril de 2013 a las instalaciones de la UNAH, donde Chávez impartía clases.
Todo estaba bien planificado y los sicarios conocían la ruta de Chávez.
El fiscal no había llegado a la universidad, pero se encontraba a pocos kilómetros de distancia. La misma pericia lo ubicó a las 4:21 de la tarde de ese mismo día en las cercanías de la colonia 21 de octubre.
En el video se logra observar que el vehículo en el que se transportaba Chávez hace un giro hacia la izquierda y toma dirección hacia a la UNAH, por el anillo periférico.
A las 4:27 de la tarde, las cámaras logran detectar el ingreso del fiscal a la universidad.
Esa tarde, el infortunado docente impartió sus clases de forma normal, sin imaginar que en cuestión de horas sucedería lo inesperado.
Tres horas después, a las 7:58 de la noche, los peritos lograron detectar al sicario saliendo de la institución educativa a bordo de la motocicleta.
Enseguida, también Orlan Chávez sale de la UNAH y toma el bulevar Suyapa con dirección al estadio. Esta misma ruta siguió el victimario.
En otra secuencia de video se identificó el vehículo del fiscal y a su lado el motorizado, que le dio seguimiento desde la alma máter.
Segundos más tarde, una segunda motocicleta entra en acción, este vehículo era conducido por un hombre y llevaba a bordo una persona con apariencia de mujer.
A las 8:05 las cámaras pierden de vista al carro y a las dos motos y el sicario desenfundó su pistola calibre 40 milímetros y comenzó a disparar contra la humanidad del “fiscal de oro”.
Minutos más tarde, el Cuerpo de Bomberos es alertado que en las cercanías del puente Juan Ramón Molina estaba un vehículo estacionado y en su interior una persona aún con signos vitales.
Chávez falleció esa misma noche en la sala de urgencias del Hospital Escuela.
Por este vil crimen responden ante la justicia los señores Wilmer Samuel Álvarez y Luis Alejandro Castro. “Yo no tengo nada que ver en esto, hay intereses oscuros en este tema. El Ministerio Público está ocultando algo”, expresó Wilmer Álvarez durante su juicio.
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