TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Madrugar desde la 4:00 de la mañana para alistarse y salir puntualmente de su casa y luego abordar una unidad del transporte público que lo lleve hasta el Instituto Nacional del Diabético (Inadi) para ser atendido y recibir los medicamentos como se debe, esta es la difícil situación que sufren varios hondureños de escasos recursos que padecen de diabetes.
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“Yo vengo desde El Pedregal, de punta a punta, pago 300 lempiras de pasaje de ida y vuelta, porque yo tengo que pagar taxi directo ya que no puedo caminar mucho. Aquí siempre me han dado mis citas, pero los medicamentos a veces no”, dijo doña Ada Ester Corea, paciente diabética.
Los pacientes no reciben los fármacos que necesitan y les toca pagar aparte para que se los brinden, así como otro gastos que deben realizar para poder optar a diferentes atenciones.
Y es que en el Inadi afirman que tienen toda la disposición de ofrecer una atención de calidad, pero no cuentan con el presupuesto que se requiere.
Carencias
Poco personal médico, sin suficientes medicamentos e insumos, mala infraestructura y máquinas que necesitan reparación son las calamidades que enfrenta el personal del Instituto del Diabético.
Los equipos tienen más de 10 años de funcionamiento y se requiere de una inversión, incluso, pertenecen a la Asociación Nacional del Diabético de Honduras (Anadih).
El director del Inadi, Diego Sánchez, indicó que según la ley tendrían que recibir 40 millones de lempiras anuales, pero solo reciben la mitad.
“Solo recibimos 20 millones de lempiras, de esos pagamos 21,600,000.00 lempiras solo en salarios, o sea, se va el 101% del presupuesto en pago de planilla”, señaló.
Agregó que es una situación difícil porque nunca se lo cumplen y si lo hicieran fortalecerían un poco de lo que tienen.
El centro asistencial sobrevive con lo que les manda el Hospital San Felipe, que para abasto no es suficiente y también con los fondos que recaudan de los enfermos cuando ellos pagan medicamentos y exámenes clínicos.
Los pacientes pagan 520 lempiras para que se les realicen todos los exámenes que, en un centro privado, cada uno cuesta más de 1,000 lempiras.
“De los exámenes pagamos reactivos para hacerle una prueba a cada paciente, a nosotros nos consume un poco más de 2 millones de lempiras”, indicó Sánchez.
En cuanto al personal médico solo cuentan con 46 entre médicos generales, odontólogos, nutricionistas, endocrinólogos y enfermeras. Y solo hay una radióloga y un oftalmólogo que está de vacaciones.
Lo anterior no cubre con la alta demanda de pacientes con diabetes que asisten con mayor frecuencia a la entidad sanitaria, pues alrededor de 21 mil enfermos llegan en busca de atención.
Las autoridades del Inadi esperan separarse del convenio que tienen con el San Felipe para poder fortalecer la institución y darle lo que en realidad se merece a la población que sufre de diabetes.
