TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los matrimonios de menores de edad o uniones infantiles tempranas y forzadas se han convertido en un flagelo que afecta gravemente a Honduras.
Un informe que fue presentado por Plan Internacional, con la cooperación del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), establece que los pactos de matrimonios y uniones infantiles tempranas y forzadas “van surgiendo en la medida que las niñas representan una carga en la familia”.
Además, el documento establece que las menores “son casadas a corta edad y se realizan arreglos económicos entre familias y debido a las condiciones de violencia intrafamiliar y doméstica, las niñas son impulsadas a salir de sus casas y hacer hogar con hombres que generalmente son mucho mayores que ellas, ya que creen que con ello aseguran su futuro”.
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La Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Endesa) del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de 2011-2012, establece que el 10 por ciento de las mujeres entre 25 y 49 años de edad se unieron antes de los 15 años, el 37 por ciento antes de los 18 años y un 56 por ciento antes de los 20 años.
Los porcentajes de uniones a temprana edad son mayores en el área rural.
El documento establece que “el matrimonio infantil es el resultado de una arraigada desigualdad de género, lo cual afecta a las niñas de manera desproporcionada, despojándolas de su infancia y poniendo su vida y su salud en peligro”.