Tegucigalpa, Honduras.- Aunque llegó con un nombre inocente, despacio y sigilosa, la tormenta tropical Sara permaneció en Honduras por cuatro días, avanzó sin prisa, dejando acumulados de hasta 500 milímetros de agua en algunas zonas del país.
Algunos habitantes de las zonas afectadas compararon los efectos destructores de Sara como los del huracán Mitch en 1998 y otros, como lo ocurrido en Eta y Iota en 2020, pero lo cierto es que los daños son significativos.
El último informe de afectaciones a nivel nacional de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco), establece que hasta la noche de este domingo Sara había dejado 110,889 personas afectadas, 10,326 damnificadas, 8,416 evacuadas y 5,057 albergadas.
El recuento en familias indica que suman 29, 267 afectadas, 4,215 damnificadas, 1,985 evacuadas y 1,226 albergadas.
Los cuerpos de socorro como los Bomberos, Las Fuerzas Armadas (FF AA), la Policía Nacional, la Cruz Roja Hondureña y voluntarios rescataron a 3,946 hondureños, pero hubo 3 lesionados y 4 heridos, más el lamentable deceso de 1 persona.
Cientos de personas perdieron sus casas, ya que este domingo se contabilizaban 2,534 viviendas dañadas, 209 destruidas y 1,707 comunidades incomunicadas.
En infraestructura se reportaron 19 puentes dañados y 9 destruidos, 7 caja puente dañadas y 9 destruidas, 4 vados dañados y 3 destruidos, 239 calles dañadas y 233 destruidas, 51 carreteras dañadas y 1 destruida.
Según el informe de Copeco, son 15 los departamentos y 68 municipios los más afectados, que siguen bajo constante monitoreo.
Formación de Sara
La madrugada del jueves 14 de noviembre, el Centro Nacional de Huracanes (NOAA, siglas en inglés) identificó la formación de la depresión tropical número 19, alertando que provocaría lluvias extremadamente intensas, inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra potencialmente mortales en partes de América Central, especialmente en el norte de Honduras.
La tarde del mismo jueves la NOAA ya le había asignado el nombre de Sara y anunció que se había convertido en tormenta tropical, que se ubicaba a unos 120 kilómetros al este del Cabo de Gracias a Dios, con vientos máximos sostenidos de 65 kilómetros por hora (km/h).
Algunos expertos presumían que se podría convertir en huracán, pero no fue necesario, desde que ingresó entre Gracias a Dios, con la frontera de Nicaragua, el fenómeno natural se ensañó con Honduras.
a presidenta de la República, Xiomara Castro, ordenó la conformación del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) para darle seguimiento a la tormenta tropical y así coordinar la asistencia a las personas que podrían resultar afectadas.
Sara entró por gracias a Dios, dejando afectaciones en varios municipios, extendiéndose hasta Islas de la Bahía, luego se desplazó por todo el Caribe, entre los departamentos de Colón, Atlántida, Yoro y Cortés.
Muy lento
Los expertos del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) de Copeco, informaron que la mañana del viernes Sara estaba a 250 kilómetros al este de Guanaja y a 140 kilómetros al noreste del Cabo de Gracias a Dios.
Los vientos máximos sostenidos eran de 65 km/h, pero disminuiría a 17 km/h hacia el oeste, anunciando que mantendría un lento desplazamiento por la costa del Caribe hondureño, entre el viernes y sábado, saliendo por el noroeste hacia Belice el domingo.
Los pronósticos no fallaron, Sara azotó el Caribe, dejando sentir su impacto primero en los departamentos de Gracias a Dios, Colón, Yoro y Atlántida, donde en principio se reportaron tres personas desaparecidas, que horas más tarde se confirmó que estaba con vida.
La Ceiba, Atlántida fue una de las primeras ciudades más afectadas, con desbordamientos de ríos y quebradas, colonias completas anegadas y la caída parcial del puente Saopin.
También se reportaron inundaciones en Sabá, Tocoa e Iriona, Colón, en este último municipio fue donde los expertos de Cenaos alertaron que el fenómeno natural tocaría tierra, pero no se detendría.
El mismo viernes, en municipios de Yoro, como Olanchito, se reportaron puentes dañados, carreteras cortadas y socavadas, comunidades incomunicadas y ríos desbordados.
Ante este escenario el Poder Ejecutivo emitió un decreto PCM-35-2024 mediante el cual se autorizaba hacer compras directas y gestionar la ayuda humanitaria de organizaciones nacionales e internacionales.
Los efectos
El mismo viernes se decretó alerta roja en los departamentos de Gracias a Dios, Islas de la Bahía, Colón, Atlántida, Yoro y los municipios de Omoa y Puerto Cortés en Cortés, las demás regiones se mantenían entre alertas amarilla y verde.
El fenómeno se mantuvo como tormenta tropical, desplazándose a una velocidad de 4 km/h, bien lenta, por todo el Caribe, pero causando lluvias en departamentos como Olancho, El Paraíso, Francisco Morazán y Comayagua.
Esa misma noche, la Selección Nacional de Honduras, jugó en el estadio Morazán de San Pedro Sula, contra la selección mexicana, a la que le ganó 2 por 0, bajo una lluvia suave, pero que amenazaba con provocar fuertes daños.
Desde las instalaciones de Copeco, la presidenta Castro, declaró que ya estaban estableciendo albergues a nivel nacional y que el gobierno estaba atendiendo de manera permanente las zonas afectadas para evitar muertes, al tiempo que anunció que comenzaría el proceso de rehabilitación de carreteras.
El sábado se informó que Sara seguía su desplazamiento lento por el departamento de Cortés y seguiría por el occidente de Honduras, afectando Santa Bárbara, Intibucá, Lempira, Copán, Ocotepeque y dejando incidencia en el sur de Honduras.
Al cierre del sábado Sara ya había afectado a más de 56,000 hondureños y más de 11,000 familias y se confirmaba la muerte de una persona, debido a los efectos del fenómeno que continuaba torturando a Honduras.
Algunos líderes de la oposición política comenzaron a hacer llamados a no politizar las ayudas que gestiona el gobierno para los afectados y manejar los procesos de compra de forma transparente.
Castro no dudó en responder que “mi gobierno es transparente y no voy a permitir que corruptos que saquearon el Estado durante 12 años vengan a hablarnos ahora de moral”.
Desastres
La mañana del domingo Honduras amaneció bañada por completo por la tormenta tropical Sara, que ya iba de salida hacia Belice, donde en horas de la tarde se convirtió en depresión tropical.
Desde la madrugada, Tegucigalpa estuvo bajo una llovizna constante, igual que la zona sur de Honduras como Valle y Choluteca, donde los niveles de los ríos aumentaron sus caudales.
Los pobladores y alcaldes de Morolica, Pespire, Sabanagrande y Choluteca informaron que tenían derrumbes e infraestructura dañada, igual sucedía en municipios de Valle, como Marcovia y Alianza.
El Tegucigalpa, desde la mañana rebasaron las represas Los Laureles y La Concepción, se desbordó el río Choluteca a la altura Campo Motagua cerca de los mercados y en el barrio La Concordia.
En la tarde, Cenaos informó que Sara continúa desplazándose como depresión tropical por Belice y se disipará en la noche de este domingo, pero continuarán las lluvias en Francisco Morazán, Choluteca, Valle y El Paraíso.
En tanto, la Secretaría de Educación decidió suspender las clases en los departamentos afectados como Gracias a Dios, Atlántida, Colón, Islas de la Bahía, Yoro y las partes afectadas de Cortés.
También se suspendieron las actividades académicas presenciales en los centros educativos públicos y privados en Valle, Choluteca, el Distrito Central y otros municipios afectados.
Las bandas de la ahora depresión tropical seguirán dejando lluvias la noche de este domingo y parte del lunes en las zonas centro y sur del país, aumentando los niveles de los ríos, según Copeco.