TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Jamás te rindas en la vida, algunas veces la última llave es la que termina por abrir la puerta”, reza un famoso pensamiento de la rama de la filosofía. Es precisamente la dinámica de ese pensamiento lo que ocurrió con tres luchadoras y destacadas jovencitas hondureñas, que en busca de un sueño de niñas hoy están a punto de tocar la gloria desde el ámbito académico.
Las vidas de Aixa Nicol Contreras Rodríguez, Sindy Paola Navarro Martínez y Ana Sofía Ábrego Núñez están unidas porque en busca de una meta y de salir adelante llegaron al mismo sitio para cambiar sus vidas y las de sus familias.
DESDE ABAJO
Las tres surgieron desde las aulas de escuelas y colegios públicos del país y a pesar de los valladares que se encontraron en el camino, por venir de una educación estatal colmada de muchas falencias, lograron superar cada obstáculo.
Las tres soñadoras hondureñas, debido a sus méritos intelectuales y a su perseverancia por lograr algo que un día solo fue un sueño, se sometieron a rigurosos exámenes y hoy están entre un grupo selecto de jóvenes que podrán viajar a Taiwán para estudiar una carrera universitaria.
“Es una de mis bendiciones más grandes; después de haber aplicado a otras becas anteriormente es el reconocimiento de que la perseverancia sin duda es lo que hace que uno pueda tener las cosas que quiere”, expresa Aixa Contreras. Cuenta que “es un sueño cumplido. Porque desde hace tiempo quería ir a estudiar a otro país y abrirme más oportunidades”.
Aixa nació en la capital de la República y creció en la popular colonia Nueva Suyapa. Sus sueños comenzaron a tejerse desde muy niña cuando ingresó al nivel primario en la Escuela 11 de Junio, a unos pasos de la casa de su abuela paterna, en Nueva Suyapa. “Desde muy pequeña me generaba mucha curiosidad aprender y para mí ir a la escuela era una de mis cosas favoritas”, relata Aixa.
Su intelecto la hizo destacar en su escuela. Cursaba el quinto grado en su escuela cuando fue beneficiada con su primera beca estudiantil. “El grupo empresarial Terra ofrecía la oportunidad de becar a alumnos de excelencia académica a cambio de dar tutorías a niños con más dificultad para aprender”, rememora.
Aixa ganó la beca “y hasta el día de hoy recuerdo quienes fueron mis pequeños alumnos a los que enseñé y me enseñaron que valía la pena seguir esforzándome”, asegura. Llegó el momento de estudiar su carrera secundaria y el legendario Instituto Central Vicente Cáceres fue su casa de estudios durante tres años. Ahí se graduó con honores de bachiller en informática con una orientación en robótica.
Antes de aplicar a las becas MOFA, ofrecidas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán, Aixa aplicó a una beca en dos programas más, pero no calificó debido a que su nivel de inglés no era muy bueno. Esto la motivó aún más y de forma autodidacta y con otros cursos para aprender este idioma pudo perfeccionarlo.
LAS MATEMÁTICAS, SU PASIÓN
Creció en la colonial Comayagua, en el seno de un hogar de escasos recursos económicos, esta última, razón para que las cosas no fueran nada fáciles para la joven Paola Navarro.
“Siempre he amado la ciencia y las matemáticas, durante mis años en el colegio siempre participé en las ferias de ciencias y tecnológicas, obteniendo algunos de los primeros lugares”, narra Paola. Sus estudios primarios y parte del antes conocido como plan básico los realizó en el Centro de Educación Básica Pablo Portillo Figueroa.
Posterior a esto, su bachillerato en informática lo cursó en el Instituto Marista La Inmaculada, donde también dejó huella por su excelencia académica. En 2016 participó en su primera Olimpiada Departamental de Matemáticas.
“Esta experiencia marcó el inicio de mi viaje en el mundo de las matemáticas; durante los siguientes tres años y tras días y noches de esfuerzos para alcanzar la competencia nacional”, recuerda.
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En 2018, Paola fue seleccionada para representar al departamento de Comayagua en la décimo sexta Olimpiada Nacional de Matemáticas, en la que obtuvo la medalla de bronce y la oportunidad de ingresar al preolímpico de matemáticas para representar a Honduras en las olimpiadas internacionales.
Sus padres costearon la inversión hasta sus estudios secundarios, pero para seguir con sus metas y entrar a la universidad, Paola tuvo que buscar un trabajo para sufragar los gastos de la universidad.
Pero la vida y producto de su esfuerzo estudiantil le abrirían una puerta para lograr esa meta. Al igual que Aixa se enteró de las becas MOFA de Taiwán, optó a ella y hoy se postula a estudiar una ingeniería en cualquier universidad del país asiático.
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Ana Ábrego sueña con ser una profesional destacada en química y, como muchos hondureños, sueña con ayudar al país desde la trinchera que pueda hacerlo. En 2018, Ana Sofía participó para obtener una beca de estudios en el extranjero mediante el programa Jóvenes Promesas.
Con esta oportunidad logró estudiar el bachillerato técnico en química industrial y a la vez aprender los idiomas inglés y francés, aptitudes que posteriormente le servirían para aplicar a una de las becas MOFA ofrecida por Taiwán.
“Uno de mis sueños es ser una gran química, que puede ser algo para ayudar a las personas, combatir a que las personas dejen de migrar, uno de mis sueños es ayudar a estas personas y esta oportunidad me ayudará mucho a cumplir mis sueños”, revela la hondureña. Las tres estudiantes hondureñas tomarán su vuelo entre el 18 y el 24 de agosto próximo para llegar a suelo taiwanés y escribir su propia historia.