TELA, Atlántida, Honduras
Honduras, Guatemala y El Salvador consolidaron ayer una alianza con el sector privado para echar a andar el Plan Alianza para la Prosperidad (PAP) del Triángulo Norte.
Los gobiernos centroamericanos acordaron con la empresa privada trabajar en conjunto en la implementación de planes y estrategias que permitan mejorar las condiciones de vida de unos 30 millones de personas en la región.
Ambos sectores unificarán esfuerzos para luchar contra la pobreza, combatir la inseguridad, fortalecer la cooperación, mejorar la competitividad y crear condiciones que garanticen un mayor desarrollo en el istmo.
Esto permitirá evitar que continúe el éxodo de personas al exterior, particularmente niños y niñas que viajan ilegalmente a Estados Unidos a través de una mortal ruta migratoria.
Solo el año anterior más de 50 mil menores de Honduras, Guatemala y El Salvador fueron interceptados en la frontera entre México y Estados Unidos, desbordando una inusitada crisis migratoria que obligó a los gobiernos a tomar acciones urgentes.
En los últimos años, más 2.7 millones de personas de los tres países del Triángulo Norte han abandonado su territorio producto de la pobreza, el desempleo y la inseguridad que azotan a la región.
La difícil situación que atraviesan las tres naciones centró ayer el primer encuentro Alianza por la Prosperidad del Triángulo Norte, realizado en la ciudad de Tela, Atlántida.
La cumbre reunió a los presidentes Juan Orlando Hernández de Honduras, Otto Pérez de Guatemala y al vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz. De último momento el gobernante salvadoreño Salvador Sánchez canceló su participación, según se informó, por problemas de salud.
Participaron empresarios nacionales y extranjeros miembros del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), el representante especial para Asuntos Comerciales y Empresariales del gobierno Estados Unidos, Scott Nathan, la vicecanciller de México, Vanessa Márquez, y la representante del BID, Gina Montiel.
La cita se dio en las instalaciones del complejo turístico Indura.
Compromiso
“El sector privado está absolutamente comprometido a ser una pieza fundamental para asegurar el éxito de la Alianza del Triángulo Norte, estamos seguros que nos encontramos en un momento histórico y haremos la diferencia”, afirmó el empresario hondureño Camilo Atala en la apertura del encuentro.
Aseguró que la empresa privada hondureña cuenta con la capacidad para mejorar el sistema productivo y permitir la generación de fuentes de empleos y el fomento de la micro, pequeña y mediana empresa.
Atala abrió la cumbre de la Alianza por la Prosperidad en calidad de representante por Honduras del Consejo Empresarial de América Latina.
Seguidamente compareció ante el empresariado y miembros de los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador la representante del BID para la región.
Montiel ratificó que ese organismo financiero está comprometido en el impulso de la Alianza para la Prosperidad para afianzar el desarrollo y crecimiento del Triángulo Norte, pero sostuvo que se deben cumplir varios requerimientos.
“Estamos ante una oportunidad única… Hay un plan diseñado, pero las oportunidades requieren coordinarse y prepararse para capitalizarlas, el reto común para atraer inversión y acelerar el crecimiento requiere un gran compromiso de todos”, indicó.
La representante del BID explicó que para realizar las inversiones que la región requiere se debe afianzar la credibilidad de las instituciones, ampliar la atención integral a los jóvenes, asistir a las mujeres y entrenar al capital humano para empujar el aparato productivo nacional.
“Este es un programa que podríamos definir tres por tres, tres países que se unen y sacan sus acciones para avanzar conjuntamente, pero requiere de tres acciones fundamentales: liderazgo de su gobierno, sector privado y los socios del desarrollo”.
Siguió a la representante del BID la subsecretaria de Relaciones Exteriores de México, quien afirmó que los países centroamericanos se han constituido en los principales socios de esa nación. “Centroamérica es nuestro principal socio comercial en América Latina y el Caribe comerciamos más con Centroamérica que con Brasil, este comercio supera los 10 mil millones de dólares”, indicó Márquez.
Apoyo
Nathan exhortó a los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador a trabajar más en conjunto con Estados Unidos para fortalecer la cooperación y afianzar el crecimiento de sus economías.
“Lo más importante es trabajar juntos, sector privado y gobierno, esto puede permitir más desarrollo y empleo, necesitamos fortalecer a los pequeños negocios y crear nuevos negocios, esta es una manera para generar desarrollo económico en el país”, indico.
Detalló que para el gobierno estadounidense Centroamérica es una región que requiere el mayor apoyo y muestra de ello es la solicitud de 1,000 millones de dólares hecha por el presidente Barack Obama al Congreso para la implementación del PAP.
Cabe señalar que de aprobarse estos recursos, Honduras podría acceder a unos 34 mil millones de lempiras en los próximos cinco años para la ejecución de las estrategias planteadas en la Alianza para la Prosperidad.
El primer encuentro de la Alianza para la Prosperidad celebrado ayer en Tela antecede la reunión que sostendrán el próximo lunes los presidentes de Honduras, Guatemala y El Salvador en ciudad Guatemala con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden.
En la reunión será abordado el apoyo del gobierno estadounidense a la región centroamericana a fin de reducir los índices de pobreza que motivan la migración ilegal de personas.
El PAP se basa en el cumplimiento de cuatro grandes pilares que son: el fomento de la actividad económica para la generación de oportunidades, el desarrollo del capital humano, el mejoramiento de la seguridad ciudadana, la justicia y los derechos humanos y, además, el establecimiento de mecanismos y políticas para la implementación y sostenibilidad del plan.
Presidentes
Tras la participación de Nathan expuso el vicepresidente de El Salvador, quien exhortó al sector privado a enfocar sus inversiones en el desarrollo de las economías centroamericanas.
Luego discursó el presidente guatemalteco Otto Pérez, quien afirmó que Centroamérica atraviesa un momento decisivo que podría marcar el despegue económico de la región.
“Hoy tenemos que ver las realidades de nuestros pueblos y ver cómo crece la economía, cómo logramos combatir la pobreza, cómo tenemos más comercio, más intercambio, y cómo logramos la prosperidad de nuestros países, eso me permite ver con optimismo lo que hoy estamos haciendo”, indico.
Respaldo
Tras las intervenciones del mandatario de Guatemala, el presidente Juan Orlando Hernández hizo una presentación de cómo la región llegó al momento que hoy atraviesa y cuáles son las expectativas que existen frente a la implementación de la Alianza para la Prosperidad.
“Todos los sectores del Triángulo Norte debemos apropiarnos e impulsar este plan, ya que seremos todos los hondureños, salvadoreños y guatemaltecos los que nos veremos beneficiados por el éxito de esta alianza”, sostuvo.
Planteó la unificación en el istmo de los sistemas migratorios, mayor intercambio comercial, lucha conjunta contra el crimen y narcotráfico y hasta la elaboración de un documento de identificación válido en los países de la región.
Debate
Luego de la participación de los presidentes del Triángulo Norte, los empresarios de Honduras, Guatemala y El Salvador debatieron en un panel los desafíos económicos de la región y el papel del sector privado en el crecimiento económico.
El panel fue moderado por la presidenta del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Aline Flores, quien afirmó que en un país con reglas claras la inversión llega por sí sola.
“Nos preguntan cómo podemos nosotros, el sector, privado poner ese granito de arena para hacer la diferencia; los ejes son claros: dinamizar la economía, seguridad jurídica y fortalecer la instituciones”, indicó.
La cumbre de la Alianza por la Prosperidad del Triángulo Norte cerró con la firma del acuerdo de unión aduanera entre los gobiernos de Honduras y Guatemala, que permitirá el libre flujo de personas y mercaderías en los diferentes puntos fronterizos.
El histórico acuerdo se pactó tras varios meses de negociaciones entre ambas naciones y fue suscrito con la participación del empresario hondureño Jorge Bueso Arias, quien firmo el documento en calidad de testigo de honor.