Tegucigalpa, Honduras.- Una tos intensa acompañada de sangre o esputo es solo uno de los síntomas con los que la tuberculosis ha arrebatado la salud de cientos de hondureños en los primeros meses del 2024.
Según la Unidad de Vigilancia de la Secretaría de Salud (Sesal), desde el 1 de enero hasta el 8 de junio del año en curso, 982 personas han contraído la enfermedad.
Lo más preocupante es que entre los afectados hay 55 personas menores de 19 años. De ellos, 22 son niños entre 0 y 14 años, mientras que 33 jóvenes tienen entre 15 y 19 años.
Además, la tuberculosis también ha impactado fuerte en la población joven adulta, con 300 casos registrados entre personas de 20 a 34 años de edad.
El grupo más afectado, sin embargo, corresponde a la población entre 35 y 64 años, con 444 contagios. Las personas mayores de 65 años constituyen el resto de los casos reportados.
El doctor Carlos Umaña, explicó que la tuberculosis se transmite de manera similar al covid-19, a través de pequeñas gotas que se expulsan al toser o estornudar.
“Cuando se descubre un caso se analiza todo el entorno familiar. Primero se hace la prueba de Sida porque la mayoría de pacientes vienen con complicaciones por esta enfermedad” explicó el galeno.
Enfatizó que en el caso de los niños, también deben de examinarse los adultos que conforman su círculo familiar.
“Atrás de un niño con tuberculosis hay un adulto con tuberculosis, entonces se analiza todos los contactos que han tenido”, aclaró el galeno.
Destacó la importancia de que si un adulto mayor permanece con una tos por más de 30 días, debe asistir a un centro de salud para que se le haga una prueba: “En el centro de salud se hace la prueba que se llama Esputo, es importante que se descarte si hay o no hay presencia de la enfermedad”.
Dijo que no hay medicina preventiva, sin embargo, una vez que la persona infectada empieza a recibir su tratamiento, deja de ser contagioso.