Tegucigalpa, Honduras
La diferencia de criterios entre los movimientos estudiantiles al interior de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) se ha convertido en el “caldo de cultivo” para que continúen las tomas en la máxima casa de estudios.
Por un lado, los representantes del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) aseguran que los representantes del Frente Unido Revolucionario (FUR) y el Frente de Reforma Universitaria (FRU) “vendieron la lucha estudiantil, porque agacharon la cabeza y se dejaron montar las reformas académicas”.
Mientras que los representantes del FUR consideran que para ellos como estudiantes las tomas de las instalaciones y de los edificios “no son convenientes porque afectan a todo el estudiantado”. Además, creen que las tomas son un “método desfasado” y que se deberían de quedar en la década de los 80’s, ya que lo que buscan es un “diálogo pacífico y de altura”.
Sin clases
Desde hace catorce días no hay clases en varias unidades académicas de la UNAH, ya que los estudiantes han hecho reclamos por las reformas académicas que fueron aprobadas por el Consejo Universitario, entre las que se encuentran: aprobar una clase con 70%, medida que fue modificada en la reunión extraordinaria del pasado domingo donde se estableció que para aprobar una clase era necesario el 65%, pero a partir del 2018 entrará en vigencia el 70%.
Las acciones de protesta continuaron ayer cuando estudiantes colocaron sillas en las entradas de los edificios, lo que no permitió el acceso de maestros y alumnos.
Pero la mañana de ayer se observó a un docente que impartió clases bajo un árbol.
A Gonzalo Sánchez, quien imparte la clase de Criminalística en la de la Facultad de Derecho, no le resultó un obstáculo que las aulas estuvieran cerradas, ya que aseguró que sus alumnos están por graduarse y si pierden un módulo no podrán avanzar al siguiente.
“Tal vez los que están en media carrera podrían atrasarse, pero ellos no”, expresó Sánchez.
Derechos humanos
Las autoridades UNAH emitieron ayer un comunicado poniendo en duda el rol de organizaciones de derechos humanos en las tomas y desalojos.
En estos años de revueltas en la UNAH hay personas encapuchadas, que hacen uso de la fuerza y la violencia para imponer sus criterios, (pero) algunos organismos defensores de derechos humanos “han protegido y defendido a estas personas, interfiriendo para que la institución aplique las medidas administrativas de acuerdo con su normativa interna”.
“Estos encapuchados han impedido para que otros estudiantes, la mayoría, continúen con el desarrollo de las actividades académicas conducentes a avanzar en el plan de estudios de su carrera”, establece un comunicado.
“La defensoría que ejercen estas organizaciones hacen que el vandalismo y la destrucción de bienes de la institución queden en la impunidad, protegiendo no los derechos de estas personas, sino el vandalismo y destrucción que provocan”