Tegucigalpa, Honduras
Esta historia entristece más a quienes la ven desde afuera que a su mismo protagonista, para él el cáncer fue la oportunidad para creer en los milagros y dar un mensaje a todos los que piensan que la tragedia jamás tocará su puerta.
Su nombre es Andrés Oyuela y su rostro seguramente lo ha visto plasmado en las cajas de cigarros que se venden como dulces en cientos de establecimientos comerciales de Honduras.
Con una especie de micrófono, conocido como laringófono, colocado a simple vista en su garganta, este sobreviviente de cáncer de faringe y cuerdas vocales habló con EL HERALDO.
“Yo fui fumador, empecé a fumar a los 15 años, mi abuela me enseñó, ella cultivaba el tabaco y elaboraba los cigarrillos, decía que era bueno para evitar los zancudos, a los 17 ya era un fumador empedernido”, recordó el noble señor, cuya voz no es como la de todas las personas, porque parece salida de una computadora.
Su adicción al tabaco era tan grande que llegó a fumarse hasta 40 cigarrillos diarios.
En 1990, Oyuela dejó de fumar, pero las secuelas de las sustancias que por 37 años introdujo en su cuerpo eran irreversibles.
Tiempo después las molestias comenzaron y el cáncer ya anunciaba su llegada. Cáncer de faringe y cuerdas vocales fue el diagnóstico médico para él.
El que enciende su cigarrillo e inhala |
El cáncer de faringe es un tumor maligno que aparece en la zona faríngea de la garganta. Si se diagnostica en un estadio no muy avanzado, el tratamiento consiste en la extirpación del tumor mediante cirugía.
“Sucedió seis años después de dejar de fumar, nunca me imaginé que luego de tanto tiempo me iban a decir eso, me detectaron el cáncer, fue duro pero nunca dejé de confiar en Dios, me hicieron varias cirugías, perdí mi voz, me hicieron una traqueotomía, este aparato que uso ahora es mi vida, sin esto no me comunico”, dijo el sobreviviente.
Actualmente, este hondureño vive con un agujero en su garganta que cubre con pañuelos anudados alrededor del cuello.
“Sin este aparato yo no puedo hablar, no tengo voz, la gente a veces cree que las cosas malas nunca les van a pasar, hasta que nos pasan, despreciamos un consejo regalado y cuando nos llegan los malos momentos es que recapacitamos”, manifestó.
Actualmente él trabaja en el Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (Ihadfa), y se desplaza a las escuelas y colegios del país, orientando a los más pequeños sobre los riesgos del alcohol.
“Los niños son curiosos y preguntan bastante, muchos dicen que yo presté mi imagen para ganar dinero, pero no, lo hice de gratis porque quiero enviar un mensaje al mundo, no gané ni un lempira por eso; no es publicidad, es advertencia”, puntualizó Oyuela.
El aparato que actualmente usa ya tiene nueve años y no funciona a la perfección. “Compré uno nuevo con la ayuda de la Primera Dama, pero me lo robaron y ahora no tengo otro”, lamentó nuestro entrevistado.
Inhala el humo tanto del cigarrillo utilizado |
El costo del laringófono es de 750 dólares, es decir 17,600 lempiras al cambio actual. Si alguien desea colaborar con él puede comunicarse al número 9920-9343.
Situación en Honduras
En el país la lucha contra el tabaco ha sido ardua, sin embargo, hay una gran cantidad de personas que aún consumen este producto.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional Cardiopulmonar, conocido como Hospital del Tórax, se estima que en el país mueren al menos 8,000 personas al año por enfermedades relacionadas al tabaquismo, de esas, unas 3,000 fallecen por cáncer de pulmón.
Unos tres casos semanales se detectan en el hospital.
¿Cuántos fumadores hay?
Las cifras no son exactas en cuanto a la cantidad de personas que consumen tabaco en Honduras. Los últimos datos proporcionados por el Hospital del Tórax decían en 2015 que más del 40% de las personas consumen tabaco.
Es decir que a la fecha aproximadamente 3,280,000 de personas fuman en el país.
El problema con el consumo de tabaco tiene que ver con la gran cantidad de enfermedades que produce.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una persona fumadora está expuesta a no menos de 60 tipos de enfermedades distintas. Desde problemas respiratorios, diferentes tipos de cáncer, problemas de infertilidad, deficiencias sexuales, en la piel, entre otras.
En Honduras se destinan anualmente unos 255 millones de lempiras para el tratamiento de las enfermedades provocadas por el tabaquismo.
Riesgos
Los componentes que el cigarro tiene son en su mayoría perjudiciales para el cuerpo humano.
De acuerdo con el Ihadfa, entre los componentes que se encuentran en los cigarrillos está el amoníaco, usado en productos de limpieza; acetona, usada como solvente; arsénico y alquitrán, una sustancia sumamente cancerígena.
La presidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH), Suyapa Figueroa, alertó a la población sobre los peligros a los que se expone la población fumadora; además reconoció que Honduras es uno de los primeros países en tener una ley para el control del tabaco.
“Es muy importante que la población sepa que hay mucha evidencia y suficientes estudios que dictan que el cáncer de pulmón está ligado al consumo de tabaco”, manifestó la galena, y agregó que pese a que padecer de cáncer de pulmón depende de varios factores, el consumo de tabaco es el que se presenta con mayor frecuencia.
“El cigarro tiene más de 2,000 sustancias, así que no solo provoca cáncer, sino otras enfermedades, es realmente un factor de riesgo para llegar a tener derrames cerebrales, asma, entre otras”, detalló la neumóloga.
Cabe mencionar que los fumadores no son los que se llevan la peor parte, pues los fumadores pasivos son los que sufren graves consecuencias por el humo que no producen.
Los fumadores pasivos son aquellas personas que no fuman pero que reciben el humo de los que sí lo hacen. Por eso se recomienda fumar a dos metros de distancia de las personas.
Legislación
Desde 2011, en Honduras está vigente la Ley Especial para el Control de Tabaco.
Dicha ley prohíbe fumar en establecimientos públicos y en espacios abiertos a menos de 15 metros de donde circulan personas. Para algunos, esta ley ha sido “papel mojado” puesto que todavía son muchos los establecimientos tanto cerrados como abiertos en donde las personas no respetan los espacios de los no fumadores.
Las sanciones, al menos en la ley, parecen ser estrictas, sin embargo, las escenas de fumadores se repiten en parques, restaurantes, universidades, empresas y espacios escolares, sin que sea regulado como dicta la ley.