Aún no se refleja una recuperación financiera que contribuya a reducir el déficit habitacional estimado en un millón de viviendas.
La industria de la construcción residencial reportó durante 2011 una caída en los montos de inversión y en la cantidad de metros cuadrados de edificación.
El mayor impacto lo sufrió el financiamiento para la construcción de vivienda social, que tiene un alto riesgo de recuperación.
En 2010, según informe del Banco Central de Honduras (BCH) publicado esta semana, se contabilizaron 470,327.3 metros cuadrados de construcción residencial en el país y para 2011 fueron 443,986.6, la caída fue de 26,340.7 metros cuadrados.
Por otra parte, en 2010 la inversión fue de 2,383 millones de lempiras y durante el año anterior cerró en 2,312 millones, para una reducción aproximada de 71 millones de lempiras.
El director de la Cámara de la Industria de la Construcción (Chico), Silvio Larios, indicó que para el presente año las condiciones se mantienen muy similares a las reportadas en 2011 para este rubro.
Sin acceso
El comportamiento del mercado residencial está íntimamente ligado a los ingresos de las familias.
Debido a esta razón, al menos cinco millones de hondureños residen en viviendas de alquiler o construidas en predios que no les pertenecen.
Estas personas tienen pocas o ninguna posibilidad de ser propietarias de una casa debido a sus bajos ingresos económicos, el elevado precio de los terrenos y la falta de una política de vivienda que trascienda al gobierno de turno.
Representantes de organismos dedicados al financiamiento estiman que el déficit habitacional en Honduras asciende a un millón de unidades y su comportamiento es creciente.
El promedio de personas que residen por hogar es de cinco individuos. La cantidad de personas sin un techo digno coincide de manera directa con la creciente población que se encuentra en condiciones de pobreza y pobreza extrema.
La Cuadragésima Primera Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples mostró a finales de 2011 una radiografía de las críticas condiciones socioeconómicas del país.
Entre sus resultados señala que 5.5 millones de personas viven en condición de pobreza en el país. De ellas, 1.7 millones están en pobreza relativa y más de 3.8 millones en pobreza extrema.
Termómetro
Para determinar el comportamiento del mercado residencial para la clase medida y de vivienda popular, los referentes son el Banco Nacional para la Producción y Vivienda (Banprovi) y la Fundación para la Vivienda Social Urbana (Fundevi).
Gladis Ávila, jefe del departamento de Vivienda de Banprovi, expresó que para el presente año proyectan financiar unos 2,000 millones de lempiras para atender a estos sectores.
Sin embargo, la proyección es inferior a los 2,500 millones de lempiras que adjudicaron el año anterior mediante la colocación de 423 créditos para vivienda social y de 1,303 para la clase media. “La banca recibe alrededor de 40 solicitudes de crédito para vivienda diarios a través de unas 60 organizaciones financieras”, expresó.
La ejecutiva espera que el apetito de este mercado crezca durante el transcurso del presente año. Para acceder a los créditos que Banprovi brinda a través de la banca privada para la construcción o compra, la vivienda de tipo social debe tener un costo máximo de 438,000 lempiras.
El monto máximo a financiar es de 375,500 lempiras, porque al precio de venta se le resta la prima de un 10% y el subsidio que brinda el gobierno es de 41,000 lempiras.
La tasa de interés es de 9% y el plazo de hasta 20 años. Califican los matrimonios que tienen ingresos hasta los 26,604.72 lempiras, o sea, un equivalente de cuatro salarios mínimos.
Para financiar vivienda destinadas a la clase media la tasa de interés es de un 10% y el plazo es de 20 años. El monto máximo a financiar es hasta 2.8 millones de lempiras para compra y construcción de vivienda.
Con fondos propios de Banprovi se presta un millón de lempiras para la adquisición de una casa usada y de dos millones para
una residencia nueva.
Preocupación
Por su parte el director de Fundevi, Juan Carlos Reyes, expresó a EL HERALDO
que se les dificulta cada vez más atender las demandas de financiamiento para construir o comprar una vivienda de carácter social. Fundevi recibe recursos de países europeos con los que concede hasta 300,000 lempiras de crédito por núcleo familiar y el gobierno participa con un subsidio de 50,000 lempiras.
El crédito promedio que financian, sin embargo, es de 120,000 lempiras, y sumada la referida asistencia gubernamental totaliza unos 170,000 lempiras.
El gobierno, sin embargo,
desde el año anterior retrasó la transferencia de casi 100 millones de lempiras para atender a personas que devengan entre uno y dos salarios mínimos al mes. Se limitan, ahora, a brindar los préstamos a los solicitantes que tienen un ingreso cercano a los 20,000 lempiras al mes.
Fundevi financia la compra o construcción de vivienda a un plazo de 10 años y a una tasa de 18%.
“Algunas personas critican que es un tasa bastante alta para el tipo de personas que atendemos. La banca tradicional, sin embargo, no atiende con recursos propios a este sector, sino con fondos altamente subsidiados por el gobierno”, indicó.
Pocos recursos
Para el presente año se proyectaba brindar unas 4,400 operaciones de crédito subsidiado por un monto de 250 millones de lempiras y generar unos 20,000 empleos temporales. Debido al referido incumplimiento gubernamental, no se logrará esta meta, y se reporta una caída del 60% de la colocación de créditos al comparar el primer trimestre de 2012 con el año anterior.
Fundevi ha contribuido desde inicios de la década anterior a financiar unas 60,000 soluciones habitacionales. La mora es de un 5%, pese a que estos créditos son brindados a personas que fueron rechazados por la banca privada.
Cenicienta
Las condiciones topográficas, la falta de agua y la tenencia legal de la tierra hacen que Tegucigalpa se convierta en una de las ciudades del país donde se financie menos la construcción de vivienda popular y de clase media.
Estadísticas de Fundevi indican que casi un 50% de las operaciones se concentran en el valle de Sula, La Ceiba y el Bajo Aguan. Se estima que este comportamiento se genera por un mayor flujo de recursos aportados por la actividad maquiladora y agrícola en el litoral atlántico.
En las zonas centro y oriental del país se concentran en los departamentos
de Olancho y El Paraíso. Choluteca mantiene indicadores estables, aunque bajo de adjudicación de créditos. Otro de los indicadores que influyen es el alza al precio de los materiales de construcción liderados por el cemento, varilla de hierro y techos
metálicos. Similar comportamiento tiene la colocación de recursos brindados por Banprovi a sus clientes.
Propuestas
El director de la Chico, Silvio Larios, expresó que propusieron al gobierno inyectarle a la economía unos 3,000 millones de lempiras anuales para construir unas 10,000 unidades habitacionales.
La entidad gremial es del parecer que se reforme la Ley del Régimen de Aportación Privada (RAP) para financiar la compra, construcción y ampliación de vivienda a personas que no estén integradas a esta institución.
Además piden agilizar con responsabilidad los permisos ambientales y de construcción que impidan la pérdida de recursos por demoras.
