TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El control territorial que ejercen grupos delictivos en varias regiones del país está causando un fuerte impacto en la educación de los menores.
Un informe de la Agencia de Naciones Unidad para los Refugiados (Acnur) señala que en Honduras muchos niños y niñas que viven en condiciones de pobreza extrema han sido víctimas de desplazamiento forzado, lo que ha ocasionado que discontinúen sus estudios o no puedan acceder a la educación, haciéndolos vulnerables a ser reclutados por el crimen organizado.
La organización indica que según el Comisionado Nacional para los Derechos Humanos (Conadeh) en Honduras, 1,798 niños, niñas y adolescentes se desplazaron de manera forzada o se encontraban en riesgo de desplazamiento entre los años 2019 y 2022.
Además, entre el 2016 y 2021, los datos reportan que 280 docentes han sido víctimas de desplazamiento forzado o se encontraban en riesgo de serlo, y que al menos 38 centros educativos han presentado hechos de violencia.
Ante eso resaltan la importancia de asegurar la protección de los estudiantes y el personal docente, dentro y fuera de las escuelas, para garantizar el acceso a la educación y prevenir que la violencia vulnere los derechos de los niños.