Tegucigalpa, Honduras.- Ante la dura advertencia de la presidenta de la República, Xiomara Castro, de cerrar la base militar de los Estados Unidos en Palmerola, diversos sectores consideran esa eventualidad como algo absurdo y una decisión equivocada.
”Frente a una actitud hostil de expulsión masiva de nuestros hermanos, tendríamos que considerar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el campo militar, en el que sin pagar un centavo por décadas mantienen bases militares en nuestro territorio, que en este caso perderían toda la razón de existir en Honduras”, declaró Castro en cadena nacional.
Ante esas aseveraciones, Olban Valladares, excandidato a la presidencia de nuestro país y versado en tema políticos, expresó: “Los obligados a actuar inteligentemente somos nosotros. El presidente Donald Trump ya demostró desde la primera gestión que tuvo, que viene con una nueva política, que no es nueva para él”.
Valladares recalcó que iniciar un pleito en este momento con la potencia mundial es es “absurdo, torpe y nos lleva a pensar ¿con quién se quiere quedar bien?”, se preguntó el analista.
Sobre esa última disertación en cadena nacional de la mandataria Castro, Olban Valladares, exteriorizó que “los redactores de los discursos, que toda la vida han estado tras bambalinas y en las sombras, terminan haciendo que estos gobiernos cometan los grandes errores y ellos tranquilamente se van a sus casas y nunca son juzgados por nada”.
Una decisión prematura
Sin haber tomado posesión el electo Donald Trump, para el especialista en política internacional, Graco Pérez, la decisión que eventualmente tomaría la presidenta Castro, sería una decisión prematura, consideró.
”El señor Trump todavía no ha tomado posesión siquiera. No ha habido deportaciones masivas como ellos (el gobierno) mencionan como causal para denunciar el tratado”, aludió Pérez.
Según el experto, en todo caso, desde el momento que se llegara a dar por terminado el Tratado de Cooperación Militar, deberá de pasar un año para que este surta efecto total.
Aspecto legal
Para poder dar por finalizado ese tratado bilateral entre Honduras y Estados Unidos, no es de un solo plumazo, como reza el dicho. Para ello debe realizarse un proceso en el marco de la diplomacia, pero sobre todo en el plano legislativo.
Oliver Erazo, abogado y catedrático sobre derecho constitucional recordó que para abolir un tratado es necesario de que pase por el Congreso Nacional (CN) para ser aprobada su cancelación.
”De conformidad a la Constitución de la República, cuando son temas de territorio nacional, cualquier asunto sobre ese tema, se requieren las tres cuartas partes -como un quorum especial- de los diputados del Congreso Nacional (o sea, 96 parlamentarios); no es ni siquiera la mayoría calificada”.
Erazo instruyó que esa potestad es única y exclusivamente del Poder Legislativo, “porque quien aprueba los tratados es el Poder Legislativo”, y quien los cancela en el momento que se quiera hacer también le compete al Legislativo decidirlo.
Es de conocimiento público que el partido de gobierno, Libertad y Refundación (Libre) no cuenta siquiera con la mayoría calificada de los votos de los parlamentarios, que son 86, mucho menos con las tres cuartas partes de la cámara. Los entrevistados ven difícil de puedan conseguir esa tarea, para que Castro concrete la potencial decisión de terminar el Tratado de Cooperación Militar con los Estados Unidos y echarlos de Palmerola.
“Todo esto responde a una estrategia política para conservar el poder, generando distractivos, que en este momento, son extremadamente delicados”, aseveró Erazo
