Cuando asumió como director del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), el doctor Mario Zelaya prometió que su gestión sería transparente y en base a ley.
Un día de abril de 2010, Zelaya fue juramentado por el entonces ministro del Trabajo Felícito Ávila como nuevo director del Seguro Social, que en ese entonces tenía una deuda de 1,500 millones de lempiras.
En sus primeras declaraciones como director del IHSS, Zelaya dijo que la institución tenía una situación financiera difícil, pero que conformaría un equipo para trabajar con transparencia y en base a ley.
En ese entonces, el IHSS iniciaba un proceso de licitación para la adquisición de medicinas a un costo de más de 400 millones de lempiras.
Por esos días, el gobierno hondureño había emitido también un decreto de emergencia para la compra directa de medicinas para el cuadro básico, por un monto de alrededor de 200 millones de lempiras.
'Debemos y nos deben millones, pero tenemos que llegar a un consenso con los deudores, pues de esta manera podemos mejorar las condiciones de la institución', declaró el día de su juramentación Mario Zelaya, cuando el desabastecimiento del IHSS era del 35 por ciento.
Las denuncias de los pacientes por la falta de medicinas fueron constantes durante la gestión de Zelaya, quien negaba esta situación y evadía entrevistas con los medios para no responder por la carestía.
En 2013 comenzaron a aflorar varios actos de corrupción en el Seguro Social, entre ellos la sobrevaloración en la compra de boletos aéreos para promocionar en Estados Unidos un programa que permitía a los parientes de migrantes afiliarse a la institución. El IHSS pagó hasta 300 mil lempiras más por boletos para viajar a Estados Unidos.
Trascendió además la compra de unas ambulancias 'hechizas' por un monto de 13 millones de lempiras.
En febrero de 2013, las autoridades allanaron los bienes de Zelaya, sobre quien ya pendía una orden captura y una alerta roja internacional por su responsabilidad en el saqueo a un agonizante Seguro Social.
A medida que el Ministerio Público ha ido deshenebrando las costuras del latrocinio se ha develado también su monumental dimensión, con más de 400 involucrados y un desfalco que podría superar los seis mil millones de lempiras.
