Están fuertemente resguardados por cientos de militares y policías que sólo los permiten salir en autobuses custodiados para ir a la garita a gestionar sus documentos o bien a tiendas de conveniencia a que hagan sus compras.
Algunos de los migrantes dicen sentirse agradecidos y tranquilos en ese lugar habilitado como albergue temporal. Otros no tanto, como un migrante que cuando vio que iban a ingresar nuevos compañeros les gritó desde detrás de la reja que no entraran.
“Yo me siento bien aquí dentro porque fuera no conozco a nadie”, dijo un nicaragüense que dejó a sus hijos, esposa, madre y hermanos en su país y se dice víctima de la crisis social y política que vive su nación.
“Sabemos que es demasiado peligroso por secuestros y bandas”, agregó resignado a esperar el tiempo que haga falta hasta poder cruzar a Estados Unidos y pedir asilo. Este ingeniero de sistemas no quiso dar su nombre por miedo a represalias contra su familia en Nicaragua.
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En la vieja maquila los migrantes reciben atención médica, comida, ropa y tienen acceso a internet pero no pueden salir a la calle. Solo los viajeros a los que México les dio una visa humanitaria de visitante tienen permitido dejar el lugar, informó el Instituto Nacional de Migración.
Las autoridades argumentan que es por su propia seguridad pero el portavoz del gobierno de Coahuila, José Borrego, también reconoció que era para evitar un intento masivo de cruzar el río Bravo.
La maquila está rodeada por un doble perímetro de militares, policías federales y estatales que conforman barreras humanas, además de las rejas que cercan la vieja fábrica.
Los migrantes son llevados en grupos de 15 personas a tiendas de conveniencia para que hagan sus compras y grupos de 10 ó 12 personas diariamente son trasladados ante las autoridades de migración de Estados Unidos con el fin de registrarse para pedir asilo.
A pocos kilómetros del albergue se encuentran los puentes internacionales de Piedras Negras en la frontera con Eagle Pass, donde se mantiene una seguridad por parte de autoridades de ambos lados de la frontera.
En las inmediaciones del puente internacional, personal de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés), diariamente realizan prácticas tácticas de contención en caso de que se presentarse alguna eventualidad.
En la parte inferior de los puentes internacionales, la vigilancia por parte de elementos de la patrulla fronteriza también es constante.
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