La noche del miércoles, cuando el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) informaba que la cifra de infectados por covid-19 ascendía a 76,900, una caravana de migrantes salía desde San Pedro Sula rumbo a la frontera con Guatemala. Su destino: llegar a Estados Unidos.
No se sabe a ciencia cierta cuántos hondureños son, pero la mayoría se encontraba -según el último reporte- en la frontera de Corinto después de burlar el primer retén, en contra del desfavorecido clima, la pandemia y las amenazas del presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, de no dejarlos pasar.
“Como se informó el 18 de septiembre, toda persona que ingrese por las fronteras, debe presentar y llenar los protocolos establecidos que indiquen que no son portadores del covid-19, para garantizar la salud de todos los guatemaltecos ¡y ese es mi deber!”, dijo el mandatario en cadena nacional.
Pero este grupo, el más visible desde que inició la pandemia el 11 de marzo, no es el primero que busca huir de forma irregular de Honduras, pues los registros del Observatorio Consular y Migratorio (Conmigho) señalan que son 31,321 los compatriotas deportados desde enero hasta septiembre de 2020, la cifra más baja en seis años.
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Estos casos pueden ser de compatriotas que huyeron de Honduras el año anterior y que fueron deportados hasta este 2020 debido a los efectos colaterales de la pandemia.
Por ejemplo, los números de 2020 son tres veces menos que los 109,185 retornados que hubo el año anterior, mientras que en comparación con 2018 la cifra es dos veces inferior.
Si hacemos la misma operación de los números de este año con los de 2017, hablamos de cuatro mil retornados menos.
Estos datos solo reflejan que ni siquiera la pandemia, que provocó que muchos países -incluido Honduras- optaran por el estado de sitio y cerraran sus fronteras, ha podido detener la migración; solamente la redujo.
Para Ricardo Puerta, experto en migración, esto solo tiene una explicación y es que los compatriotas están estancados en la peligrosa ruta migratoria, es decir en Guatemala y México.
'El problema que tenemos en este momento es la cantidad de gente que está estancada en el camino y con eso juegan políticamente. Lo que está sucediendo es una manipulación política del tema y están jugando con la gente en los centros de detención, detenida en la frontera y la gente que no se puede mover de cierto sitio y allí empiezan a buscar a la gente que quieren deportar', afirmó.
Puerta aseguró que el covid-19 no ha influido de forma directa en las deportaciones, pero sí ha provocado efectos colaterales.
Además advirtió que el número de migrantes retornados probablemente no sean integrantes de la caravana, sino aquellos que tienen semanas y hasta meses en la ruta.
Una disminución inesperada
Cuando el 2020 comenzó la noticia de una nueva caravana migrante también hizo eco a nivel internacional. Los desplazados llevaban mochilas, gorras, sudaderas y todo lo necesario y ligero para protegerse del sol o del frío.Se hablaba de al menos cinco mil personas, lo que al final se refleja en los 8,193 deportados que hubo en ese mes.
Según la Secretaría de Relaciones Exteriores, el 57% de los retornados en enero formaban parte de la caravana migrante, mientras que el resto fueron personas que viajaron de forma individual.
Ese número fue el más alto registrado, pues en los siguientes meses la cifra fue en descenso.
Al hacer un cálculo matemático podemos decir que de cada 10 deportados, tres fueron retornados en enero, dos en febrero y uno en marzo, cuando el número empezó a caer.
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Sin embargo, en septiembre se observa un nuevo repunte, que coincide con la reapertura de negocios aplicada por el gobierno para levantar la golpeada economía hondureña.
Para este mes, el país sumaba los 76,900 infectados, 27,371 recuperados y 2,353 fallecidos por covid-19, cifras que lastimosamente se han normalizado.
Detenciones en Estados Unidos
La peligrosa ruta que cruzan los hondureños para llegar hasta Estados Unidos comienza en Guatemala, en la frontera los migrantes descansan un día hasta seguir su camino a México, país que, bajo la presión del presidente Donald Trump, colocó varios retenes en la frontera sur.El mandatario mexicano Manuel López Obrador dijo que tratarían de detener a los desplazados hondureños, a la vez que denunció que existen indicios que la nueva caravana 'se armó' para involucrar al país azteca en la campaña electoral de Estados Unidos.
La migración ha sido uno de los puntos claves en el gobierno estadounidense, quien ha aplicado duras políticas para reducir las alarmantes cifras de ingresos y aumentar las detenciones, especialmente de centroamericanos, en la frontera de ese país.
Sin embargo, cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza señalan que en el año fiscal 2020 hubo un notable descenso en las detenciones por unidad familiar.
Los datos, actualizados hasta el 4 de septiembre, reflejan que el año fiscal anterior (de octubre a septiembre) fueron capturadas 188,416 unidades familiares (padre, madre, hijo o hijos); el término también incluye a menores de 18 años acompañados por un padre o tutor.
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Mientras que en 2020 los casos apenas fueron de 9,946, es decir, una cifra 19 veces inferir. Ese número también es el más bajo de los últimos cinco años.
Las cifras de este año pueden estar relacionadas con el cierre de las cortes de inmigración en Estados Unidos a mediados de marzo, debido a la pandemia. A inicios de junio apenas tres cortes habían retomado sus funciones y estaban reprogramado citas.
Debido a que las cifras publicadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza están actualizadas por año fiscal, no se puede medir el impacto de las detenciones durante la parte más crítica de la pandemia.
Según el experto en migración, la baja en las detenciones en Estados Unidos también se deben a los retenes que hay en otros países, incluso afirmó que apenas el 3% de migrantes pueden cruzar la frontera.
'Eso no dice realmente la situación porque pueden ir a unos centros de detención donde por un lado tienen a los mayores y por otro a los menores y de allí volverlos a juntar y deportarlos y no se sabe de dónde sale eso', dijo sobre las cifras.
La reducción de casos no solo es notable para Honduras, pues El Salvador y Guatemala también reflejan un descenso. La excepción es México.
