Tegucigalpa, Honduras
Estados Unidos les devolvió la esperanza que el huracán Mitch les robó. Ahora, imaginar que se les dé la espalda les rompe el corazón.
Son 44,070 hondureños que esperan con incertidumbre una resolución positiva que les permita continuar siendo amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS).
Ellos enfrentan una especie de limbo migratorio y mañana podrían comenzar a conocer su nuevo futuro.
Tepesianos
Llegaron a trabajar y no han parado, su adaptación y esfuerzo se evidencian en cifras que aclaran quiénes son y qué hacen los tepesianos.
Datos del Centro de Estudios de Migración de Estados Unidos reflejan que de los hondureños amparados en el Estatus de Protección Temporal, al menos 13,062 ingresaron a suelo estadounidense con menos de 16 años de edad en 1998.
Actualmente en el programa están inscritos 44,070 tepesianos que pueden estar de manera legal hasta el 5 de julio de 2018.
El tiempo pasó y se conformaron 43,000 hogares amparados bajo el TPS. De estas uniones hay 53,500 niños de padre o madre tepesiana hondureña nacidos en Estados Unidos, que ahora temen una separación o que sus padres se conviertan en presas de migración por pasar al estatus de indocumentados.
Las casas en las que viven son el fruto del sudor de su frente. Estos hondureños tienen créditos con bancos que se reflejan en las 9,500 hipotecas que estarían abandonadas de no haber una ampliación al TPS.
Sus ingresos anuales en el hogar alcanzan los 40,000 dólares (920,000 lempiras).
Según el Centro de Estudios Migratorios de Estados Unidos, el 98 por ciento de los tepesianos supera los 25 años. De ellos, el 68 por ciento está entre los 20 y los 25 años, es decir, son fuerza laboral que ayuda con el desarrollo de esa nación.
En Honduras nacieron bajo la lengua natal, el español, pero en su adaptación casi la mayoría aprendieron inglés parcialmente y 24,987 lo hablan de manera fluida, a tal punto que ahora es su forma de comunicación total.
La educación formó parte de sus sueños y la de sus hijos, la estadística detalla que 21,580 terminaron la secundaría ya sea en el tiempo que vivieron en Honduras o en su estadía en Estados Unidos. De ellos al menos 6,814 tienen un grado o maestría actualmente.
En Estados Unidos estos hondureños representan una fuerza de trabajo importante debido a que la mayoría trabajan de manera permanente.
A nivel personal el deseo de ser sus propios jefes los motivó a emprender retos que desembocan en que 9,654 tepesianos hondureños tienen su propio negocio, estas personas viven de las ampliaciones del TPS, por lo que cancelarlo los dejaría desprotegidos con sus proyectos.
Del total de catrachos amparados en el TPS, el 4 por ciento, que representa 2,271 personas, no tienen un trabajo.
La ubicación geográfica de los tepesianos hondureños en Estados Unidos se concentra en cuatro zonas específicas.
El informe detalla que en Texas viven 8,500, siendo el estado con mayor cantidad, Florida protege a 7,500, Carolina del Norte a 6,200 y California a 5,900.
Los hondureños amparados al TPS envían en concepto de remesas al país unos 200 millones de dólares (cerca de 4,700 millones de lempiras) al año, según cifras del Banco Central de Honduras.
La cifra representa el 5 por ciento del total de las remesas que envían los hondureños desde Estados Unidos, que ronda los 4,000 millones de dólares.
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